Alejandro Ramírez y su equipo vienen de mantener una "reunión de trabajo" con los miembros de la Junta Directiva de la Federación Provincial de Asociaciones de Vecinos, un encuentro que tenía por objeto dar continuidad a la hoja de ruta marcada por el Gobierno en lo tocante a dos "asuntos prioritarios" como son "establecer mecanismos de coordinación y gestión entre Servicios Urbanos y las distintas barriadas" y "seguir trabajando en la mejora de la situación del personal de las Brigadas Verdes".

Para la primera de las cuestiones, Ciudad y FPAV han acordado poner en marcha "un mecanismo de coordinación centralizado" mediante el que se pretende "atender las peticiones vecinales". Para ello, los presidentes de las distintas asociaciones habrán de canalizar sus solicitudes de actuación a través de la propia FPAV, que, a su vez, estará en permanente contacto con los distintos departamentos de la Consejería que comanda Ramírez y con la que la entidad mantendrá "reuniones de seguimiento" cada quince días.

En lo que respecta a las Brigadas Verdes, el Ejecutivo que preside Juan Vivas, dispuesto a "mejorar la situación del colectivo", ha acordado con la Federación la designación de dos representantes con el propósito de iniciar las negociaciones del nuevo convenio colectivo para alcanzar para, con ello, "reorganizar las funciones y tareas que desempeña el personal".