No hay competiciones, pero eso no significa que no pueda haber fútbol. Tras varios días de quietud alentada a partes iguales entre el Ramadán y la Semana Blanca, el verde del Emilio Cózar ha vuelto a vibrar: el campo de la sede federativa ha hecho las veces de escenario de una particular iniciativa que, pese a estar aún en sus primeros compases, va camino de convertirse en marca de la casa.
Se anunció hace ahora una semana; la 'pregonera' fue la propia Territorial caballa. "Celebraremos una Jornada de Convivencia", adelantó la entidad vía comunicado. Como suele decirse, 'dicho y hecho': Antonio García Gaona y los suyos han cumplido (y lo han hecho con creces).
Por cuestiones que trascienden a lo deportivo, el mes sagrado de los musulmanes sirvió a la RFFCE de pretexto para posponer todo evento oficial ligado a la pelota. Justo por ese mismo motivo, el balompié ceutí ha recuperado su actividad: el balón ha vuelto a rodar este 20 de marzo (momentáneamente, eso sí).
Se hace "cada vez que se paraliza el calendario": se abren las puertas de la Ciudad del Fútbol y la cúpula de la Federación los llama a filas. No, no hablamos de los jugadores que militan en los muchos equipos que hay en la ciudad, sino de aquellos que los alinean cada fin de semana: sus místeres.
"La idea es que puedan echar un partido desenfadado entre ellos", detallaba Iván Chaves. Según el vigente director del Comité Técnico de Entrenadores, a pesar de que casi todos se conocen, "realmente, no hay una convivencia como tal". Lo que se busca, por tanto, es auspiciar un acercamiento entre quienes están siempre dando indicaciones desde la banda; nada más.
Durante algo más de una hora de reloj, el Emilio Cózar se ha llenado de rostros conocidos: Abel Almagro, Mohamed Buzikri, Juande Cazorla, Hafida Abdeselam, Tomás Atencia... El objetivo era uno y solo uno: dejar a un lado la competitividad y echarse a los brazos del entretenimiento. Era lo que se buscaba y es lo que -casi por inercia- se ha acabado haciendo.
Decía Chaves que el Comité que él mismo encabeza se ha propuesto replicar lo vivido hoy en la sede federativa "cada vez que haya un parón". Hasta diciembre del pasado curso, los entrenadores solo tenían una única ventana al año para vestirse de corto: la gala celebrada en torno al llamado 'Día del Entrenador'. A partir de ahora, los técnicos ceutíes -los que quieran- harán lo propio en Semana Santa, verano y Navidad.
De los 150 entrenadores que hay en activo en Ceuta a fecha de 2024, han concurrido a la cita -a ojo de buen cubero- alrededor de veinticinco, cifra nada desdeñable si se tiene en cuenta que el período festivo es por partida doble. A la postre, el escollo del ayuno se ha acabado sorteando de la mejor manera posible: con un iftar atravesado por todo tipo de manjares.
