Ha vuelto a ocurrir: el litoral caballa ha sido 'invadido' este 23 de junio por un visitante no deseado. En esta ocasión, no ha sido una patrullera de esas que la Gendarmería marroquí acostumbra a enviarnos tan gentilmente de tanto en tanto: el autoinvitado de hoy ha sido un barco pesquero (procedente, eso sí, de nuestro país vecino).

Ha sucedido en la Almadrabeta. Ha sido a primera hora de la tarde cuando varios miembros del CECAM que, en ese instante, se encontraban actuando en la zona se han percatado de la presencia de una diminuta y maltrecha embarcación que, a priori, parecía estar faenando en nuestras aguas.

En un primer momento, los avistadores han requerido a la tripulación del navío que abandonase de inmediato el lugar. Tras ver que los pescadores hacían caso omiso a las advertencias, los ceutíes han solicitado la presencia del Servicio Marítimo de la Guardia Civil, que, en última instancia, ha sido el encargado de actuar.

Ya no es que la barca invasora estuviese pescando, es que, al parecer, lo estaba haciendo con palangres, una modalidad de "pesca artesanal" que utiliza cientos de anzuelos y que, en España, está considerada ilegal (no así, presumiblemente, en el Reino de Marruecos).

Para colmo, la embarcación alauí -que no llevaba, siquiera, bandera- "no cumple con los requisitos para navegar por la zona". Así lo ha señalado el propio CECAM, que critica que, mientras a los marroquíes "se les permite todo", los pescadores locales "tienen que cumplir con numerosas y costosas obligaciones".