Ceuta Ya! a pesar de estar a favor de municipalizar el servicio de limpieza viaria y recogida de basura ha optado por abstenerse este jueves en la votación para decidir rescatar el servicio de las manos de la gestión privada. Lo ha hecho con dureza, con la defensa de una enmienda propia para forzar la integración del personal de Brigadas Verdes, que era a ojos del resto de la Asamblea un torpedo para paralizar la municipalización. Lo ha hecho también defendiendo con fiereza que la memoria que ha salido adelante abre la puerta a un montón de problemas y que se ha perdido una oportunidad de hacer las cosas bien. Lo ha hecho reclamando integrar también la planta de transferencia, algo que el Gobierno no descarta o al menos evita hablar del asunto, y que Ceuta Ya! Vaticina que se usará para compensar a Trace y lo ha hecho cruzando duros ataques con Fatima Hamed, la líder del Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía de Ceuta a la que ha venido a acusar de venderse a Vivas (lo ha hecho con todos los grupos) por los 80.000 euros de sueldo que conlleva la Vicepresidencia. El titular interpretativo de esta información podría ser algo así como Mustafa desencadenado, por la contundencia con la que ha expresado su punto de vista y ha justificado su abstención, que no voto en contra.

Por más empeño que le ha puesto, de vuelta ha recibido el señalamiento del consejero de Fomento, Medio Ambiente y Servicios Urbanos que ha interpretado o malinterpretado, según se prefiera, la abstención, como un frustrado deseo de votar en contra.

La enmienda defendida por el líder de Ceuta Ya!, Mohamed Mustafa, defendida tirando de argumentos bastante técnicos de forma sencilla plantea una probable ilegalidad en la municipalización. La secuencia lógica que ha planteado Mustafa es que si en la propia memoria se reconoce que los trabajadores de Brigadas Verdes realizan labores complementarias de limpieza viaria y recogida de basura, tal y como establece además su acta funcional, han de subrogarse a la empresa pública que se cree para realizar esas labores. Porque, según entiende Mustafa, de seguir usando a esos trabajadores en el futuro para complementar las labores de limpieza supondría una “cesión ilegal de trabajadores”.

Mustafa: Felicidades presidente, ha logrado concitar y tener a su disposición a toda la Asamblea. Con este grupo no lo va a conseguir. Han leído muy bien las notas que les ha escrito

El Gobierno ha desestimado la alegación de las propias Brigadas Verdes recurriendo a un informe elaborado por la directora general de Medio Ambiente, Cristina Zafra. Considerada por el consejero de Fomento una técnico de la Administración, obviando, como le ha recordado hasta la saciedad, Mustafa, que su puesto es político y que forma parte de la estructura del Gobierno.

Hamed: Nunca jamás nadie nos ha pasado unas notas, ni el señor Vivas ni nadie. Igual nos ataca por ser yo mujer. No es una cuestión para ponerse de perfil. ¿Municipalización sí o no?

Básicamente, la discusión está en una interpretación del artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores que Mustafa entiende que aboca al Ejecutivo a tener que integrar a esos trabajadores y el Gobierno estima en su respuesta a las propias Brigadas que los tiempos de la municipalización son otros diferentes.

Mustafa a Hamed: Yo estoy atacando su figura política como muleta del PP. Cobra 80.000 euros por estar ahí arriba y desde que está ahí arriba dice lo que le dicta el Partido Popular. Esa cantidad ha facilitado que sea parte importante del PP. Asuma esa contradicción.

Como sea, la cuestión va a seguir sobre la mesa por más que, con fiereza, todos los grupos de la Asamblea han rebatido a Mustafa y le han tumbado la propuesta. Los sindicatos van a abrir tal cuál se cree la empresa ese frente y pelearán porque esos trabajadores acaben integrados. El problema al fondo, el más real de todos, quizás, para no integrarles, no es tanto legal, nadie discute que hacen labores de limpieza, nadie en el pasado, ni los que hoy han negado a Mustafa, han dejado de criticar al Gobierno por permitir que esos trabajadores hicieran trabajos para los que en realidad estaba contratada Trace. El problema que asoma al fondo es cómo seguir sosteniendo la bondad de la municipalización si en el presupuesto se incluye la integración de las Brigadas Verdes. Una integración que de llevarse a cabo haría crecer de forma geométrica el coste laboral de la operación, dada la diferencia salarial actual entre un peón de las brigadas vecinales y otro de Trace.

Y en el fondo del asunto, subyace también hasta que nivel de auto suspenso en la gestión está dispuesto a llegar el Ejecutivo. Una cosa es asumir por la vía de municipalizar el servicio que la gestión mediante un contrato con empresa privada no ha funcionado a pesar de que la responsabilidad final recae en el Gobierno de un modo u otro, y otra bien distinta asumir negro sobre blanco que se ha permitido a la contratista mejorar sus resultados enviando a hacer su trabajo a trabajadores pagados con dinero público también. Algo que a pesar de las denuncias con evidencias gráficas realizadas por los sindicatos todos estos años, el Ejecutivo siempre había venido negando, intentando siempre regatear la confrontación. Y achacando al pliego y al momento en el que se hizo todos estos problemas que hoy siguen coleando y amenazan con seguir haciéndolo con la gestión ya municipalizada.

Mustafa: Dejan tiradas a las Brigadas Verdes. Al Príncipe vuelven a escupirle a la cara y dejan sin mejorar el servicio

A pesar de eso, la líder de MDyC, Fatima Hamed, ha sido especialmente dura con Mustafa, tildando su enmienda de “engaño a la ciudadanía. No es una enmienda. En absoluto. Es un engaño al personal de las Brigada Verdes. Un intento a la desesperada par justificar la negativa a la gestión directa”, le ha llegado a decir Hamed a Mustafa.

Ramírez a Mustafa: va a quedar para la historia que no quiso apoyar la municipalización

Hamed le ha llegado a afear a Mustafa que en la enmienda cuestionen a los técnicos a los que dice tildan en la enmienda de “manipuladores y les acusan de acoplar un expediente que es eminentemente técnico a los interesa políticos”, asumiendo las tesis del Gobierno de que ni Zafra ni el gerente de Acemsa, verdadero instructor del expediente, son personal de confianza del presidente y parte del Gobierno.

Mustafa: Esta municipalización es la suya y la de sus socios y va a generar problemas

Ese primer cruce ha acabado por degenerar aproximadamente hora y media después ya con la propuesta de municipalización sobre el tapete del debate para volverse áspero como mínimo y subir sino los decibelios si la intensidad de las afirmaciones.

Con Hamed subida este jueves sin tapujos al carro y el argumentario del Gobierno, y presumiendo y recordando el compromiso arrancado al Ejecutivo de estudiar una solución de estabilidad para las Brigadas, con todos dispuestos a no poner ninguna traba al expediente construido en casi su totalidad por cargos del Gobierno, Mustafa ha usado su turno de palabra en el debate para afear esta postura:

“Felicidades presidente, ha logrado concitar y tener a su disposición a toda la Asamblea. Con este grupo no lo va a conseguir. Han leído muy bien las notas que les ha escrito”, ha arrancado Mustafa una durísima intervención.

En la misma ha vuelto a explicar con rotundidad su punto de vista sobre el asunto. Tanto que ha desvelado algunas de esas cosas que suelen cocerse en la trastienda de la política. Por ejemplo, que en el día de ayer, fue el Gobierno quien asustado por una posible judicialización sobre la enmienda, planteó llevar a Mustafa ante los Tribunales “por plantear la enmienda. La respuesta hoy han sido todo insultos. Salvo un argumento, la legalidad”, ha planteado para volver a incidir en la aparente contrariedad legal entre reconocer que las Brigadas Verdes hacen labores complementarias y dejarlos fuera de la subrogación de plantilla que hace las labores que ahora se gestionarán de forma directa.

“Esta municipalización es la suya y la de sus socios”, ha afirmado para anunciar que no la iban a votar a favor y se iban a abstener. La abstención se ancla en la posición de estar a favor de municipalizar el servicio, pero no estar nada de acuerdo con la forma en que se va a hacer.

Lo que le chirría a Mustafa es que no se integre a las Brigadas Verdes en la nueva empresa, que se deje para luego la Planta de Transferencia y por tanto una pata fundamental del servicio y que no haya mejora a la vista para los barrios, con especial incidencia en el Príncipe.

Mustafa jugaba con la ventaja de haber defendido durante años desde su grupo político la necesidad de municipalizar el servicio, éste y otros como el del bus, y haber recibido como respuesta durísimas críticas de quienes hoy capitanean esta solución.

“Busque en la hemeroteca. No va a encontrar nada de este grupo en contra de la municipalización”, ha llegado a retar Mustafa a Ramírez, que ha insistido en señalar la abstención como si fuera un voto en contra.

“Han convertido lo que tenía que ser una excelente noticia en un manual de manipulación política. Eso es el expediente”, ha dicho para volver a señalar la contradicción sobre las Brigadas Verdes y a insistir hasta la saciedad en la realidad: los directores generales y los gerentes de empresas municipales son cargos políticos del Gobierno y no técnicos. “Lo técnico y lo político se funden”.

Y otra revelación de la trastienda, cuando el Gobierno intentó captar para su apoyo estable a su grupo su reclamación fue precisamente municipalizar la limpieza y el equipo de Vivas dijo entonces (hace apenas meses) que eso era imposible, según su relato.

“¿Qué sentido tiene dejar en manos privadas la planta de transferencia? No es fácil responder al respecto bajo el prisma del interés general. Quizá resulte más sencillo hacerlo desde el oscuro universo de las cloacas político empresariales. El tiempo lo dirá y los ciudadanos se enterarán”, ha profetizado Mustafa.

Y la otra cuestión, la falta de garantías para asumir que el Príncipe se va limpiar como no se hace ahora. “Los vecinos del Príncipe presentaron una alegación pidiendo que la memoria sirviese para garantizar la mejora del servicio que no se presta. La contestación que le han dado no sus técnicos, sus cargos políticos: ‘No es una cuestión de ahora sino del futuro’. ¿Es del presente las playas y no las calles del Príncipe?”; se ha preguntado Mustafa en alusión a los aproximadamente 2 millones de incremento en el coste global del servicio que se consignan para reforzar y mejorar el servicio de limpieza en los arenales de la ciudad.

“Se pierde la oportunidad de hacer un muy buen trabajo para lograr un servicio de calidad y eficiente, pero ha elegido, el presidente ha optado por la chapuza. Esta municipalización, la suya generará muchos problemas en el futuro”, ha cerrado.

“Usted no quiere que se municipalice el servicio. Ha hecho suya una de las observaciones presentada por la Asociación de Empresarios Nacional del sector de la limpieza. Se va a abstener porque está en contra”, le ha espetado Ramírez.

“Nunca jamás nadie nos ha pasado unas notas, ni el señor Vivas ni nadie. Igual nos ataca por ser yo mujer. No es una cuestión para ponerse de perfil. ¿Municipalización sí o no?”, le ha lanzado Hamed.

“Hasta aquí hemos llegado. No me he metido con usted en su condición de mujer. Yo estoy atacando su figura política como muleta del PP. Cobra 80.000 euros por estar ahí arriba y desde que está ahí arriba dice lo que le dicta el Partido Popular. Esa cantidad ha facilitado que sea parte importante del PP. Asuma esa contradicción. No vea fantasmas. La única opinión sobre usted que a mí me compete es la política. Está muy nerviosa porque sus electores saben que ha entregado su trono al señor Vivas y busca de alguna manera un chivo expiatorio en nosotros. Yo ya le he dicho a usted y en público que la considero una magnífica profesional, como mujer, pero no tengo ningún respeto político tras el pacto que no ha explicado con el PP”, le ha soltado casi a bocajarro Mustafa a Hamed a renglón seguido.

Y ha vuelto a insistir en sus motivos: “Dejan tiradas a las Brigadas Verdes”; se queda fuera la planta de transferencia  y “al Príncipe vuelven a escupirle a la cara y dejan sin mejorar el servicio”.

Ramírez ha insistido en prometer para cerrar el debate que todo el servicio de la ciudad va a mejorar con la municipalización. Y a Mustafa le ha señalado que “va a quedar para la historia que no quiso apoyar la municipalización”. En ese momento, fuera de micro, Mustafa ha lanzado “cuando vengan los problemas…”. Y esa es básicamente la clave de su posición. Si la municipalización no es la panacea prometida, Ceuta Ya! podrá gritar el siempre detestable “ya lo dije”.

Para tranquilidad del Ejecutivo, Mustafa ha dejado claro en una intervención ante los medios tras el Pleno que no será su grupo quien judicialice el asunto, pero ha vaticinado que eso sucederá de un modo u otro sin señalar a nadie. Lo más obvio es que los trabajadores de Brigadas Verdes podrán recurrir a esa vía si pasa el tiempo y no se atienden sus demandas y siguen como hasta ahora haciendo labores que son propias del servicio que explota la empresa municipal. La famosa cesión ilegal de trabajadores. Lo menos obvio es que no se le ocurra alguna empresa del sector o incluso a alguna asociación atacar por la vía judicial el portazo a la cuota de negocio que suponía un contrato tan jugoso como el de Ceuta.

Pero incluso aunque no se llegue a esos extremos, alcanzará con que la vecindad del Príncipe siga lamentando la falta de limpieza, para que Ceuta Ya! Pueda volver a poner el grito en el cielo. Los demás lo harán también, pero a ninguno se le escuchó este día quejarse por que eso vaya a pasar.