DARÁ QUE HABLAR

"Ceuta ocupada": la última (gran) ocurrencia de Google Maps

"Ceuta ocupada": la última (gran) ocurrencia de Google Maps
La pista de atletismo y el Club de Tenis y Pádel de Loma Margarita, vistos a través de Google Maps
No contenta con aplicar sobre nuestra frontera con Marruecos una marca discontinua que da a la ciudad la consideración de 'territorio disputado', va la multinacional -la cuarta empresa más grande del planeta- y añade una etiqueta que, directamente, explicita la voluntad de Mohamed VI

Hace ahora un año, días antes de que San Juan diese por inaugurado el verano de 2023, este digital sembró la polémica al desvelar que Google no terminaba de reconocer la españolidad de Ceuta y Melilla. La tecnológica con sede en Mountain View se pasó por el arco del triunfo todo ápice de derecho internacional tras meter a ambas ciudades en el mismo saco en el que están, sin ir más lejos, Crimea o Cisjordania.

Por motivos que jamás han trascendido, los ingenieros de la gran G dibujan en su app de Maps las fronteras con nuestro estimado país vecino con líneas discontinuas, justo como sucede cuando hay dos o más naciones pujando por la soberanía de una porción de tierra determinada (se intuye, en este caso, que esas dos naciones son España y Marruecos). Por contextualizar: en contraposición, la empresa traza con una raya totalmente lisa la divisora que comparten, por ejemplo, Francia y Alemania.

Vista satelital de Ceuta a través de Google Maps
Vista satelital de Ceuta a través de Google Maps

No contenta con dar al gran Mohamed VI la alegría de que las dos plazas españolas del norte de África figuren como 'territorios en disputa' dentro del que, a buen seguro, constituye el servicio de GPS más extendido de todo el planeta, va Google y añade la coletilla "ocupada" a nuestra salada tierra. Sí, has leído bien: parece que el hecho de que el Reino alauí lleve toda su historia reclamando para sí ambas urbes ha servido para que tú, ceutí, vivas en un lugar administrativamente discutido a ojos de la cuarta mayor empresa del mundo (no es cualquier cosa).

Si no nos crees, si crees que el que escribe estas líneas va de farol, compruébalo tú mismo: abre la app de Maps en tu ordenador (no en tu móvil), sitúa la vista satelital sobre la pista de atletismo de Loma Larga y observa cómo el nombre de esta va seguido de un "de Ceuta ocupada". No ocurre con todos los emplazamientos de la geografía caballa -ni con todos los usuarios-, pero sí con más de uno. Sin ir más lejos, el Club de Tenis ubicado en la misma zona recibe idéntica consideración: "Club de Tenis de Ceuta ocupada".

Google, la excepción a la norma

Suena a chiste, pero es tan real como la vida misma. A diferencia de lo que hacen, por ejemplo, Apple y Microsoft en sus respectivas aplicaciones móviles de mapas, Google prefiere dar al heredero de Hassán II el gustazo de atribuir a Ceuta y Melilla el ser dos municipios a caballo entre la jurisdicción española y la marroquí (y eso, querido lector, es muy preocupante).

Ciertamente, no resulta creíble que, en Silicon Valley, no sepan que el Estado español ejerce su soberanía efectiva sobre las dos ciudades autónomas. La cosa, no obstante, va mucho más allá de lo arriba expuesto. Salvo que la mercantil lo haya corregido, desde Marruecos, no se aprecia división entre este país y los municipios españoles. Nos explicamos: cualquier súbdito marroquí que use Google Maps y decida fijar la vista sobre Ceuta y Melilla no verá separación alguna entre su patria y la nuestra, lo que lleva a pensar que, para Google, El Tarajal y Beni Enzar son como el célebre gato de Schrödinger: están pero no están.

La ¿explicación?

La única explicación verosímil es, al mismo tiempo, de lo más peregrina. En mayo de 2020, un valiente internauta llamado José Carlos González se atrevió a interpelar directamente a Google a través de uno de sus foros de consulta. "¿Por qué las fronteras entre España y Marruecos aparecen con línea discontinua?", preguntó. La respuesta, querido lector, no tiene desperdicio. Según la multinacional, esto sucede cuando "los lugares implicados no están de acuerdo con la definición de la frontera". Con un par.

Por si hay dudas: la cosa viene a significar que, si un país 'x' no está contento con la extensión de sus límites actuales y cree que estos deberían finalizar, por decir algo, 500 kilómetros más al sur, la tecnológica, muy amablemente, podría atender la petición de ese país 'x' y anexionarle -digitalmente- los dominios que este mismo reclama.

Explicación de Google del porqué las fronteras entre España y Marruecos aparecen punteadas
Explicación de Google del porqué las fronteras entre España y Marruecos aparecen punteadas

Ni el Observatorio de Ceuta y Melilla lo ha conseguido

Tan solo una semana después de que todo saltara por los aires, el Observatorio de Ceuta y Melilla salió al quite de quienes habitan estas mismas. La organización se quejó entonces por escrito a la multinacional, solicitando a este que subsanase lo que consideraba "un error", uno que afectaba (y afecta) "no solo a las fronteras internacionales de España, sino, también, a las fronteras exteriores de la Unión Europea".

El director de la entidad, Carlos Echeverría, dijo el pasado marzo -resignado- que "se intentó". "No obtuvimos ninguna respuesta", aclaró ante la prensa. Sea como fuere, Echeverría no contaba, en ningún caso, con recibir "una contestación inmediata" ni con una consecuente corrección; sabía que la cosa iría para largo. No en balde, por más que el procedimiento pueda ser dilatado, desde el Observatorio, tienen clara una cosa: "Tiene que constar -y que todo el mundo lo sepa- que los actuales mapas son incorrectos".

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