Del cuadrilátero al ayuntamiento con siete medallas bajo el brazo
Vienen de obtener un resultado histórico a su paso por el Campeonato de España de Muay Thai y Kickboxing celebrado hace escasamente dos semanas en Guadalajara (ese mismo en el que tomaron parte del orden de 800 deportistas). No eran los mejores -el nivel era altísimo-, pero sí lo suficientemente buenos como para plantar cara a todos cuantos osaran cuestionarlo. Sabían que podían dar la talla; confiaban plenamente en sus posibilidades. Al final, como todo esfuerzo, el suyo ha tenido su correspondiente recompensa.
Hace tiempo que las recepciones se convirtieron en un elemento casi vertebrador de la agitada vida política caballa. Más que una costumbre, lo de recibir a gente en el ayuntamiento es ya prácticamente una norma. No en balde, por más que el monto anual pueda ser algo disparatado, siempre habrá recepciones y RECEPCIONES. La de este 18 de junio, por ejemplo, era de las que van en mayúsculas.
Sobra decir que el que ha propiciado la elaboración de este modesto escrito no es un logro de tres al cuarto (sobra, pero nunca está de más dejarlo patente): el materializado por la Federación que agrupa a los ceutíes más forofos del deporte de contacto constituye, como poco, una auténtica gesta. Pleno conocedor del esfuerzo que hay tras ella, Juan Vivas ha tenido a bien recibir en audiencia -tal y como acostumbra a hacer de tanto en tanto- a aquellos que la han hecho posible.
El saldo final resulta infartante: de las siete medallas obtenidas, tres son de bronce, dos, de plata, y las tres restantes, de reluciente oro. Daba igual cuál fuese la aleación; no importaba su color: todos -todos aquellos que han logrado agenciarse alguna- llevaban la suya colgada del cuello bajo una sonrisa de oreja a oreja que, más que orgullo, denotaba pundonor.
Visto el escenario, vista la magnitud de la proeza, Vivas tiene claro que lo conseguido por los chavales en Castilla-La Mancha "es verdaderamente sorprendente", algo "absolutamente admirable". Por contextualizar: la nuestra es una ciudad que "representa -en palabras del presidente- un 0,28% de la población de toda España". Parece evidente, por tanto, que no hablamos de cualquier cosa.
Vivas cree que el triunfo que nos ocupa es "fruto del esfuerzo, del trabajo y de la dedicación". Siendo esa la premisa, el jefe del Ejecutivo local considera que los jóvenes han demostrado a toda Ceuta que "no hay metas inalcanzables". Eso y que "el deporte, además de hacernos más fuertes, nos hace mejores, más tolerantes, más respetuosos y más disciplinados".
El deporte está muy bien (más aún, si uno tiene la oportunidad de contar que ha triunfado), pero no es, ni de lejos, lo más importante del día a día. Vivas lo sabe; sabe que la alta competición ha de estar siempre por detrás de otros menesteres en lo que a prioridades se refiere, de ahí que su mensaje sea siempre el de que "lo primero son los estudios".