Una salvación que vale una recepción

Era el objetivo: no descender. El Sporting Atlético se propuso a principios de temporada conservar la categoría de cara al próximo curso. Daba igual lo que costara; no importaba cuán vasto fuese el sacrificio: había que hacerlo. El reto era mayúsculo; los rivales -hablamos de toda una División de Honor- no se lo iban a poner nada fácil. Tras nueve largos meses de competición y, sobre todo, tras muchas, muchísimas dificultades, el equipo que actualmente entrena Mohamed Buzikri puede decir, orgulloso, que ha conseguido su propósito.

No es un logro de tres al cuarto: el materializado por el cuadro sportinguista constituye, como poco, una auténtica gesta. Pleno conocedor del esfuerzo que hay tras la campaña que les ha supuesto la salvación, Juan Vivas ha tenido a bien recibir este 12 de junio en el Palacio Autonómico a todos aquellos que han hecho posible que el Sporting sea un año más un equipo altamente competitivo.

Jugadores, staff y directivos han llegado a ese edificio al que el propio Vivas acostumbra a referirse como "la casa común de todos los ceutíes" pasadas las seis en punto de la tarde. Lo han hecho, como era de esperar, luciendo sendas sonrisas de oreja a oreja. A decir verdad, la alegría no era de extrañar: uno no es recibido por el presidente de la Ciudad todos los días.

Vivas considera que la hazaña del club hoy objeto de recepción "tiene mucho mérito". Lo tiene, fundamentalmente, por ser Ceuta "una ciudad tan pequeña". Siendo esa la premisa, el jefe del Ejecutivo local tiene claro que quienes dan forma al actual Sporting son "un motivo de orgullo para toda la ciudad".

El alcalde, apasionado futbolero donde los haya, cree a pies juntillas que los jugadores van a recordar lo de este 2024 "durante toda la vida". "Yo también jugué al fútbol; las personas que me acompañaron entonces no se me olvidarán jamás", incidía bajo la atenta mirada de los chavales.

Llegados a este punto, Vivas está convencido de que "el esfuerzo y el sacrificio han merecido la pena" por el solo aprendizaje que la participación del Sporting en División de Honor ha conllevado para su plantilla. Y es que, a juicio del mandatario, "el deporte nos enseña a ganar, a perder, a respetar y a ser humildes".

Como en toda recepción que se diga, la protagonizada por el conjunto sportinguista ha dejado tras de sí un intercambio de presentes. Hace tan solo dos días, Vivas agrandó su colección de regalos con una sudadera conmemorativa del VII Desafío de los 300; este miércoles, el presidente se ha llevado una elástica de su hoy huésped, una con el 10 de Luka Modrić a la espalda.