Mundo friki

Viki Dhanwani: De una tienda de electrodomésticos al lado oscuro de su apasionado comercio friki

Viki Dhanwani en su tienda.

Propietario de una tienda en el Paseo de las Palmeras, se enamoró del mundillo viendo Star Wars en los VHS de su hermano cuando era niño y ahora disfruta con su hijo de la saga del Planeta de los Simios: "Friki también es el que colecciona dedales", postula

A Viki Dhanwani le gusta el cine desde pequeño. Le marcó especialmente la saga Star Wars que empezó a ver con los "VHS que grababa" su hermano. Mientras Anakin Skywalker se pasaba al lado oscuro, convirtiéndose en el poderoso syth, Lord Vader, el pequeño Dhanwani se hizo friki, algo que con el tiempo ha llevado a su trabajo. De una tienda de electrodemésticos a montar hace doce años su propio comercio, 'Frikiviki', donde los afiliados a esta peculiar forma de vida encuentran de todo para satisfacer sus anhelos.

Pero, qué es ser un friki, para el proveedor de sueños del mundillo en Ceuta. "Pues...Es que te guste esto, dice señalando a algunos juegos de mesa, a los muñecos funko o a artículos manga...Pero también lo es coleccionar dedales, monedas o ser un apasionado de la Semana Santa".

Lo dice él, que no solo vive de vender juguetes, tableros, cómics y figuras. "Le saco algo de tajada al comercio de incienso para los pasos", reconoce.

Y es que la evolución de su tienda ha sido paulatina. "Primero, cuando estaba en el negocio de electrodomésticos empecé introduciendo algunas cosas y cuando me fui, me llevé de allí algunos productos que fueron con los que empecé. Teníamos figuras, relojes y mp3".

Viki Dhanwani en su tienda.

No se imagina ahora vendiendo los pequeños dispositivos que alcanzaban en el mejor de los casos para unas doscientas canciones. El mundo ha cambiado, su tienda también y él con ella. "Mira, a mi me gusta mucho esto. Las películas, los videojuegos. Pero antes me echaba aquí ocho o nueve horas, ahora hago las justas, en las que sé que vendo. Seis o así".

Luego se va a dar un paseo con el perro por la playa y disfruta del tiempo en casa con sus hijos. El tiempo vuela y uno de ellos ya se va a estudiar a la universidad. Con el más pequeño comparte más gusto por el mundillo friki, de hecho, está viendo con él "la saga del Planeta de los Simios".

También se entretiene con los clientes, "como no", aunque no ha trabado una relación a mayores con ellos. "Sobre todo echamos el rato hablando en la tienda. Aunque hay de todo, gente más agradable y otra más difícil. Estar de cara al público puede ser complicado", reconoce.

Público, al menos, hay. Más incluso del que se podría esperar para una ciudad pequeña como Ceuta. Y menos mal, pues una de las cuestiones que más lastran su negocio es la dificultad para hacer envíos. "Tiene que ser una cosa muy especial que me compense, sino, no merece la pena con las tarifas de Correos", detalla.

Allí, en el pequeño local del Paseo de las Palmeras pasa los días Viki Dhanwani. Aún le quedan años por cotizar y "mientras el negocio tire bien", seguirá. Luego saldrá a pasear con su perro, escuchará algo de rock y verá una película, a poder ser con su hijo.