Demasiados muertos para un solo cementerio
11 de febrero de 2010 (08:44 h.)
Cuando todo Puerto Príncipe era una morgue al aire libre, su cementerio más célebre, el inaugurado en 1800 y considerado patrimonio histórico y cultural, luchaba por evitar que se le escaparan los muertos. Algunas tumbas se abrieron y escupieron féretros llenos de cenizas; otras, de vacíos. A diferencia de lo sucedido en el mundo de los vivos, en el que la corrupción, la avidez de lucro fácil y los materiales defectuosos derribaron edificios como castillos de naipes, en el mundo de los difuntos las estructuras funerarias que compiten en altura y adornos entre ellas aguantaron bastante mejor el terremoto.