«Yo no me voy, no tengo miedo al lodo rojo»

El primer ministro de Hungría, Viktor Orban, metió ayer el miedo en el cuerpo cuando parecía que la catástrofe estaba más o menos controlada. Orban resaltó, tras visitar el origen de la tragedia (la dañada pared norte de una balsa tóxica), que una grieta había cedido por la noche unos 7 centímetros. «Cabe la posibilidad de que hoy se venga abajo. No aseguro que vaya a suceder, pero el riesgo está ahí», añadió. Agentes de la Policía, unidades del Ejército y empleados de los servicios de emergencia trabajaban en la construcción de un muro de contención que protegiera de un nuevo caudal de vert...


Posted originally: 2010-10-10 09:45:05