Devoluciones en caliente, el sistema pactado actualmente entre Marruecos y España aplicado esta misma semana en Ceuta
El joven que llegó el pasado viernes al Chorrillo, una vez atendido por Cruz Roja, fue sacado al país vecino en virtud en una forma de actuar que fuentes directas reconocen habitual
El pasado viernes día cinco por la noche un joven inmigrante mayor de edad alcanzó la playa del Chorrillo. Venía a nado desde Marruecos, sorprendiendo a una familia que celebraba un cumpleaños en el arenero y le que atendió rápidamente. Luego llegaría la Cruz Roja y, a su retirada, fue enviado de vuelta a su país natal escoltado por la Guardia Civil, siguiendo indicaciones del Gobierno de España. Fue una devolución en caliente, forma de actuar que según fuentes directas consultadas aplica en estos momentos de forma habitual, con excepción de los menores de edad no acompañados.
Este mecanismo es el acordado entre los gobiernos de ambos países en virtud de un protocolo sellado tiempo atrás e implica que cuando se detecta la entrada de inmigrantes nacidos en el Reino Alauita sin documentación española, ya sea por vía marítima o terrestre, se los lleva de vuelta a través de la frontera del Tarajal.
Esa es la orden dada a la Guardia Civil por el momento desde el Gobierno de España, aunque las fuentes consultadas reconocen que las indicaciones van cambiando, marcadas por el punto que atraviese la relación entre estados.
El sistema de las devoluciones en caliente ha sido ampliamente criticado por organizaciones pro derechos humanos de toda índole. Hasta ahora la justicia ha cuestionado su aplicación en menores, de hecho la ex delegada del Gobierno, Salvadora Mateos (PSOE) y la ex vicepresidenta de la Ciudad, Mabel Deu (PP), se encuentran pendientes de juicio por enviar de vuelta a 55 niños y adolescentes a Marruecos en agosto de 2021.
Prima según los magistrados por los que ha pasado el caso el derecho del menor sobre el acuerdo firmado entre países. Por eso ahora no se están produciendo devoluciones de personas que no alcancen los 18 años.
Los recursos de acogida de la Ciudad se encuentran en cualquier caso saturados, en trámite de que los jóvenes tutelados por la Administración local puedan encontrar acomodo en otras comunidades autónomas. Asimismo, el panorama en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), a donde se envía a los adultos, no es mejor, con recurrentes reyertas e incendios, entre otras complicaciones.