Dos incendios, probablemente provocados, arrasan con 7.000 metros cuadrados en el Hacho y García Aldave
La simultaneidad de los fuegos en zonas en las que no hacía viento apuntan desde la experiencia de Bomberos a que los fuegos no han sido fortuitos. La Guardia Civil, que ya se encarga de investigar lo sucedido, maneja la misma hipótesis.
Dos incendios, probablemente provocados, han flanqueado Ceuta desde el monte Hacho y García Aldave esta madrugada. Sin daños personales que lamentar, con el terreno frío de nuevo y la vuelta a la vida cotidiana en la ciudad, el jefe accidental del Servicio de Extinción de Incendios y Emergencias (SEIS), Miguel Ángel Ríos, ha rememorado esta mañana cómo sucedió todo. Tiene bastante claro, por su experiencia, que este tipo de fuegos, que han arrasado con unos 7.000 metros cuadrados en ambos puntos, nunca son fortuitos: "Las casualidades no existen".
Todavía es pronto, y será el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil el que determine de manera oficial si hubo alevosía tras el incidente, pero tanto Ríos como el consejero de Presidencia, Alberto Gaitán, ya apuntan a un fuego provocado. Las características de sendos incendios, con "tres focos (dos pequeñitos en el Hacho y uno más grande en García Aldave) y en zonas en las que "en ese momento no había viento" o con piñas que pudieran haber propagado las llamas parecen más que suficientes indicios para el jefe de bomberos.
El servicio de Emergencias del 112 recibió la primera llamada a las doce de la noche, un "aviso no muy determinado" en cuanto a lo que pasaba, pero sí a la zona, un área de "bosques y matorrales" en García Aldave. La primera valoración "sobre la marcha" fue que el incendio afectaba a unos 9.000 metros cuadrados que se redujo a media hectárea, unos 4.500 o 4.000 metros cuadrados, tras un análisis de la situación a posteri.
Pasó poco más de una hora y veinte cuando el teléfono volvió a sonar para alertar de un segundo fuego, esta vez en el Monte Hacho. La simultaneidad de los focos, alejados entre ellos, obligó a que a los doce bomberos de servicio se unieran otros seis que "acudieron rápidamente" al lugar de los hechos. De nuevo, la segunda valoración resultó más prometedora que la primera: de los 9.000 metros cuadrados que se creían afectados en un primer momento la cifra se quedó en un tercio, 3.000 metros cuadrados calcinados.
En todo caso, ha explicado Ríos, el gasto de agua por las condiciones de sendos terrenos -monte bajo en García Aldave y la vegetación del Hacho- fue similar: 30.000 litros de agua. Ocho vehículos fueron movilizados para ello, seis de manera inicial y otros dos como apoyo cuando se unieron los refuerzos.
Por parte de la Ciudad, fueron alertados Protección Civil, Policía Local y la Guardia Civil, que según ha detallado el consejero de Presidencia, "ha iniciado una investigación" para esclarecer lo ocurrido. "No descartan que haya sido provocado", ha recalcado Gaitán, quien ha destacado el trabajo de los empleados públicos.
Afortunadamente no ha habido daños personales que lamentar, "Bomberos no ha desalojado a nadie", ya que los incendios se han producido en zonas lejanas a las viviendas. Los biólogos, con los que el SEIS también ha mantenido contacto, tampoco han reseñado la pérdida "de ningún árbol especial", tan solo pinos y matorrales.
En esta ocasión todo apunta a incendios provocados, pero Ríos ha aprovechado para pedir a los ceutíes que respeten la ordenanza que prohíbe hacer fuegos en ciertas zonas o acceder a pistas forestales a partir del ocaso para evitar que puedan darse este tipo de situaciones de manera fortuita. "Pedirle a los ciudadanos que si ven este tipo de conductas que avisen al 112, Policía Nacional o Guardia Civil, las medidas disuasorias están, pero necesitamos ayuda, es imposible tener todo el campo cubierto", ha lamentado.