Los CETI, una utopía para las Administraciones

José Antonio Carbonell Buzzian
José Antonio Carbonell Buzzian

Son centros de régimen abierto para estancia temporal donde se acoge a inmigrantes llegados de forma irregular a nuestro país, mientras se estudia y resuelve la situación de los mismos; actualmente existen dos en las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla, estos centros mantienen sus puertas abiertas, es decir que la persona inmigrante puede entrar y salir con libertad, teniendo la única obligación de volver a pernoctar, en caso contrario se enfrentaría a un expediente de expulsión.

Estos centros son gestionados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social; la estancia en un centro de estas características se podrá extender hasta que se produzca el traslado. Las agresiones sufridas por el personal de seguridad privada en estos recintos no es nada nuevo y a los hechos me remito, con la última agresión ocurrida hace unos días, este escenario es un calvario que sufren continuamente los profesionales que desempeñan su trabajo en estas instalaciones, encontrándose indefensos y sin medios para poder paliar estos altercados.

Una realidad, es que ningún gobierno ha cumplido las medidas mínimas de seguridad e higiene, siempre han mirado para otro lado. Deben entender que Ceuta y Melilla no tienen capacidad física, moral y sanitaria para hacer frente a la continua presión migratoria que padecen, esta situación está dando lugar a generar una indefensión por parte de los ceutíes, no debemos olvidar la invasión sufrida no hace mucho, esta acción destapó la vulnerabilidad y brechas que tiene Ceuta para dar seguridad a sus ciudadanos.

Ante esta situación es hora de que el Gobierno central tome medidas alternativas en tanto se resuelva el expediente de expulsión, debiendo agilizar el tema burocrático y mandar a los CIES peninsulares, de esta forma el hacinamiento que tienen estos centros se reduciría de forma paulatina, contribuyendo a una menor cantidad de inmigrantes consiguiendo controlar de una forma más efectiva la seguridad del recinto evitando estas batallas campales.

Es capital empezar a estudiar el modo en el que estos dos centros se desplacen a la península, porque no debemos olvidar que la seguridad de las dos ciudades se encuentra comprometida, en cualquier momento podrían sufrir otro intento de invasión. Creo que ha llegado el momento, en el que todos los grupos políticos lleven a la Asamblea este asunto para debatirlo y tomar acciones conjuntas, ya que la gente siente preocupación y miedo al ver que no se hace nada por dar una solución al problema. Son necesarias respuestas y medidas para paliar o acabar con algo que ya se demora demasiado en el tiempo y que los ciudadanos ya normalizan como parte del escenario de las dos ciudades autónomas.