Lleva en marcha "unos meses", pero ha sido hoy, 9 de mayo de 2024, cuando realmente ha echado a andar. Por detrás, moviendo los hilos, está la Consejería de Educación, Cultura y Juventud, que se ha propuesto firmemente -en palabras de Pilar Orozco- "poner en valor el movimiento asociativo juvenil". Lo de este jueves, más que una presentación, ha constituido una invitación, una dirigida a "todas las entidades que quieran adherirse".

Cuando parecía que todo estaba perdido, que Ceuta estaba abandonada a su suerte y condenada al paro estructural sin solución de continuidad, va el Gobierno local y trae de Madrid un plan que, en síntesis, persigue "mejorar la empleabilidad de los jóvenes". Lo que diferencia al que nos ocupa de todos los dispuestos hasta la fecha es que este quiere ir más allá; en esta ocasión, se busca "acreditar los aprendizajes no formales" (también "el voluntariado").

La iniciativa en cuestión lleva por nombre 'Programa Reconoce'. El mismo tiene por objetivo -bajo el lema 'Multiplica tu valor'- "que los jóvenes se impliquen en proyectos sociales". Ojo, porque no hablamos de un asunto cualquiera: "El sistema está avalado por el Ministerio de Juventud e Infancia" (lo dice Orozco).

Tal es la envergadura del plan que la directora general del Instituto de la Juventud, Margarita Guerrero, se ha desplazado hasta la Perla para disertar a propósito de su contenido. La funcionaria, experta donde las haya, cree que, "pese a que la sociedad reconoce la importancia de la educación formal, seguimos sin dar valor a las competencias que se adquieren a través del voluntariado". A decir verdad, este último no suele recibir la importancia que merece. No será, desde luego, por lo demoledor de los datos: "En España, uno de cada tres voluntarios tiene menos de treinta años".

El principal problema radica en que la inmensa mayoría de los jóvenes "no se acercan al voluntariado para mejorar su empleabilidad, sino porque quieren cambiar el mundo". Los ideales están muy bien, no cabe duda, pero el colectivo ha de saber que, efectivamente, "todas esas acciones sirven para mejorar su empleabilidad". Ahí es, precisamente, donde el INJUVE quiere "poner el acento".

La idea, en esencia, es hacer saber a la juventud caballa que puede "acreditar sus competencias de manera fácil y rápida" y que, con ello, puede incrementar sus oportunidades de trabajo. Más allá de la teoría, no hay que olvidar que hablamos de Ceuta, una ciudad con más de un 70% de paro juvenil. Vista la tesitura, desde el Instituto, tienen claro que "hay que trabajar conjuntamente desde las distintas instituciones". "Esto no se resuelve con un único programa", avisaba su directora.

La buena noticia es que no todo está perdido (aún). La visita del INJUVE esconde un mensaje: "Los jóvenes de Ceuta nos importan mucho". Hace tiempo que la organización se puso manos a la obra. Sin ir más lejos, la entidad viene de firmar "varios convenios con el SEPE" en un intento por "generar nuevas oportunidades". Y es que, en la ciudad autónoma, se presta a necesidad redoblar esfuerzos y "desplegar programas específicos". A este respecto, Margarita Guerrero considera que la solución más óptima pasa por "poner en marcha una ley de juventud que asegure a las personas jóvenes el acceso a sus derechos en igualdad de condiciones".