No era un concierto soñado -no actuaban Taylor Swift ni Extremoduro-, pero sí uno muy esperado. Las reacciones en redes sociales al hilo de su anuncio lo corroboraron desde el minuto uno. Su organización emana directamente de la clausura del llamado 'Programa de Envejecimiento Activo', una iniciativa que, al igual que la performance que nos ocupa -la que ha supuesto su conclusión-, tenía por objetivo llenar momentáneamente el tiempo libre de aquellos a quienes debemos nuestra sola existencia: nuestros mayores.

Está claro que, por preferir, la tercera edad prefiere siempre el baile y el teatro. A pesar de ello, a pesar de ser ambas disciplinas las dos que más adeptos acumulan tras de sí dentro del colectivo, la música siempre ha sido (y seguirá siendo) uno de los grandes pasatiempos de quienes se echan cada año a los brazos de su más que merecida jubilación. El área de Servicios Sociales lo sabe; Nabila Benzina sabe de sobra (y con conocimiento de causa) que, a la senectud, le va la marcha.

El escenario elegido por la Ciudad para dar rienda suelta al jolgorio ha sido el salón de actos del Centro del Mayor. El artista que recibió la gustosa encomienda de poner este último patas arriba -algo que ha logrado con creces- se llama Francisco de Luis Jiménez. Si su nombre no te suena, puede que sí lo haga su sobrenombre: 'Chiki'. ¿Sigue sin sonarte? Probemos otra vez: "el de Festejos".

Francisco, que acostumbra a desmelenarse cada vez que llega el Carnaval, ha cambiado este 18 de junio la turuta por la guitarra -acústica- y el micrófono. Lo ha hecho al amparo de su banda ('Chiki and brothers') y bajo la atenta mirada de varias decenas de incondicionales. La acogida ha sido tal que ni él mismo terminaba de creerse lo que había generado. "Cuando hemos salido y hemos visto esto tan lleno, pensábamos que no era por nosotros", bromeaba ante su público.

La idea inicial era deleitar a los usuarios del Centro del Mayor a ritmo de arpegio. Al final, la actuación ha acabado tirando por otros derroteros (benditos derroteros...). Lejos de centrar el espectáculo, la música ha quedado relegada a un segundo plano. A esta, se ha impuesto algo mucho más humano que las canciones: las risas.

Ha sido inevitable: Chiki y sus dos colegas, "dos de los mejores guitarristas de la historia de la humanidad", han sabido pulsar el sentido del humor de quienes hoy han asumido el rol de espectadores. "Os aviso de que estoy un poco majareta", recordaba el propio Francisco antes de dar inicio a su performance, casi como queriendo poner sobre aviso a unos oyentes que, a simple vista, parecían preparados para cualquier cosa.

La primera de las canciones en sonar, aquella con la que 'Chiki and brothers' ha abierto la veda era de creación propia. Su letra implicaba, entre otros personajes públicos, a Alberto Núñez Feijóo, a Pedro Sánchez y a la esposa de este último: Begoña Gómez. Por suerte para los más culturetas, también ha habido tiempo para cantar por "grandes autores" de la talla de Joaquín Sabina.