Prometieron risas; prometieron diversión y cachondeo a raudales; prometieron, en definitiva, desahogo. Si no han cumplido, si quienes hoy han asumido el rol de espectadores no se han reído, al menos, una vez, que baje Dios y lo vea (ya le adelantamos que, de haberlo hecho, se habría visto forzado a sumarse al jolgorio).

La Consejería de Sanidad y Servicios Sociales la anunció a bombo y platillo -por mediación del Centro Asesor de la Mujer- como una obra desternillante, una solo apta para los más dicharacheros. El área de Cultura se encargó de ceder las instalaciones y de facilitar su puesta en escena; Albanta-Teatro, de poner la magia. ¿Si ha cumplido? A falta de conocer qué opinan quienes han concurrido al estreno, el que escribe estas líneas se atrevería a decir que sí (y con creces).

Apenas un mes después de su último bolo, la compañía que encabeza Inmaculada López se ha vuelto a subir este 25 de mayo a las tablas del céntrico Auditorio del Revellín para poner en práctica aquello que mejor se le da: hacer reír a la gente. “Lo vamos a pasar bien”, avisaba la propia López antes de que la tramoya del escenario hiciese correr las cortinas de este.

La función hoy representada en el teatro de los sueños (el bueno, el de Ceuta, no el de Mánchester) lleva por nombre El extraterrestre. Su ejecución ha sido cosa del Departamento Educativo del CAM, cuya principal tarea pasa por llenar el tiempo libre de su alumnado “de manera activa e interactiva”. A pesar de llevar ello aparejado “un trabajo arduo y muy difícil”, siempre merece la pena. Lo de este sábado, claro, no ha sido una excepción.

Tres actos, diez folios de guion, siete actrices (todas amateurs), “personajes mundanos”, “un lenguaje cotidiano”, “un humor sencillo y directo” (y “alguna que otra palabrota"): esa ha sido la propuesta con la que Albanta ha logrado seducir -por méritos propios- a varios cientos de ceutíes que han encontrado en el teatro un plan de fin de semana cercano a la perfección. Teatro hecho por mujeres, sí, pero no solo para mujeres: teatro para todos los públicos.

La trama traslada al oyente al salón de una casa de clase media de Madrid. Mientras la acción se desarrolla, un extraterrestre es enviado a la Tierra con la encomienda de estudiar de cerca a los seres humanos. Casi sin reparar en qué están viendo sus ojos, un grupo de amigas acepta en sus filas a ese misterioso ser venido de “un planeta con un nombre muy raro”.

Las féminas no cuestionan nada; el viajero intergaláctico, sí. Este no tarda en advertir que, quizá, nuestras costumbres y comportamientos son algo extraños. Ese es justo el objetivo que persigue la obra: que sus espectadores reflexionen -con humor- a propósito de "la poca consideración que damos a los sentimientos y a lo verdaderamente importante".

Dan forma al elenco Mercedes Bencandil, Toñi Fernández, Mayte García, Lola Lara, Elvira Rodríguez, Loli Gaona y Ana Leal, siete rostros de sobra conocidos dentro del mundo actoral de aficionado. Pese a lo aparentemente superficial de los personajes a los que las actrices dan vida, estos "encierran contenidos muy profundos".

Lo de llenar de funciones la agenda cultural ceutí encuentra su razón de ser en el trigésimo quinto aniversario de Albanta, que se consumará como tal el próximo 15 de octubre. Como todo buen cumpleaños, el que ha propiciado la función que nos ocupa ha derivado en un homenaje, un cariñoso tributo hacia las personas que ya no se encuentran entre nosotros.

López y su equipo han aprovechado El extraterrestre para acordarse de Maruchi, una ceutí de pura cepa que "dedicó toda su vida al teatro". "Fue una artista por los cuatro costados", señalaba Nabila Benzina, presente como una más en la cita. Resulta importante destacar que todo lo recaudado con la performance irá a parar a la Asociación Síndrome de Down.