Ceuta se ha subido, una vez más, a uno de esos podios de los que ninguna localidad quiere formar parte. En esta ocasión la ciudad autónoma se ha colgado la medalla de bronce como uno de los peores sitios para vivir en nuestro país.

Según recoge el último Informe sobre la Desigualdad en España -elaborado por sexto año por la Fundación Alternativas- Ceuta es, junto a La Línea y Torrevieja (en este orden), una de las tres ciudades con menor calidad de vida.

El estudio, que trata de analizar el efecto de las transiciones demográfica, climática y digital en la pobreza y, más directamente, en la desigualdad, continúa el ranking con otras dos vecinas: Melilla y Algeciras.

Son los peores resultados, pero incluso entre ellos existe desigualdad. Y es que la comparación entre estas cinco ciudades permite observar la gran disparidad entre los casos extremos. "El municipio con un mayor bienestar estimado cuadriplica el valor del peor situado", indica el informe.

¿Pero cómo se puede medir algo así? El propio documento detalla que los indicadores más importantes para explicar el grado de bienestar -por presentar un mayor grado de correlación- son la esperanza de vida, la tasa de desempleo, el porcentaje de residentes con educación superior, la renta neta media por persona y el riesgo de pobreza. Datos con los que Ceuta no suele salir ganando.

Y aunque no hay una relación clara entre el tamaño de la población y bienestar, resulta curioso mencionar que en el otro extremo de la lista se sitúan como ciudades con mayor calidad de vida Las Rozas de Madrid, Pozuelo de Alarcón, Rivas-Vaciamadrid, Sant Cugat del Vallés -municipio de Barcelona- y Majadahonda.

El porcentaje de población migrante, que se concentra en estas grandes ciudades y tiende a ocupar puestos de trabajo con cualificaciones por debajo de la media, resulta también fundamental a la hora de hablar de igualdad. Este grupo de población cuenta con una mayor tasa de actividad y una edad media de afiliación a la Seguridad Social menor, los que eleva las las cifras de desigualdad de los municipios donde está más presente. Normalmente los más grandes. Así pues, la brecha entre localidades españolas se ensancha.