Acostumbran a ser las que mayor grado de aceptación tienen, las que más calan -con diferencia- dentro del colectivo de lectores caballas: las novelas ambientadas en Ceuta son, por razones obvias, las que más éxitos cosechan en cualquiera que sea la librería en las que recalen sus ejemplares. Si, además, el escritor de turno habla sobre nuestra historia, el éxito es doble (y tú, querido vecino, lo sabes).

Dicen que, para gustos, los colores. Aunque puede que subjetivamente (casi seguro que sí), servidor cree que la presentada este 30 de mayo en el contexto de la Feria del Libro no es una novela al uso. Lo piensa el que escribe estas modestas líneas, pero también -humildemente- su autora: una profesora universitaria llamada Montserrat Abumalham.

La docente, especialista en lengua y literatura judeo-árabes, literatura árabe comparada y literatura y pensamiento árabe-musulmanes (ahí es nada), ha cerrado este 2024 un ciclo literario. Lo ha hecho presentando en sociedad la que, hasta la fecha, representa su ultimísima publicación firmada, una que, a la vez, constituye "la tercera parte de una trilogía". Su título: Cuando el cielo era azul.

El libro en cuestión cuenta a lo largo de sus casi 200 páginas "una historia de adolescentes", una en la que sus protagonistas "van avanzando en su existencia al mismo tiempo que avanza la sociedad española". La trama se sitúa cronológicamente en la España tardofranquista, la de los años sesenta. A partir de ahí, el relato cubre una extensión temporal de más de tres décadas.

Pese a que "el entorno sí es real", nada de lo que en ella se relata lo es. "Todos los personajes son ficticios", apuntaba Montserrat, que decidió ambientar en la Perla los primeros compases de Cuando el cielo era azul en un intento por "contar la vida de los españoles que vivían en el norte de África". Eso y "sus posteriores traslados a otros lugares del país".

A grandes rasgos, la obra conforma "un retrato del siglo XX", una época -una no demasiado lejana- en la que "mucha gente salía de aquí". Siendo esa la base, Abumalham desarrolla lo que ella misma ha acuñado como "la doble emigración": la primera, la de ir (venir) a Ceuta; la segunda, la de abandonarla para regresar a la península.

Conviene aclarar, eso sí, que la publicación que hoy nos ocupa "no es un ensayo histórico". La trama planteada por Montserrat va tomando consistencia "a través de historias familiares", de ahí que la escritora se decantara en su momento por el formato novela -la narración- para dar forma a las ideas que la llevaron a agarrar la pluma.

Según la firmante, Cuando el cielo era azul "tiene dos lecturas": una "superficial" y otra, "más histórica". Sea como fuere, Abumalham no pone condiciones a quienes se aventuren a darle una oportunidad: "La puedes leer como te dé la gana". De una u otra forma, solo hay dos posibles desenlaces: "Puedes llorar mucho o puedes quedarte como estás".

Aun estando el libro concebido para todos los públicos, si tienes "entre cuarenta y setenta años", Montserrat está convencida de que "te van a sonar muchas cosas". Si, por el contrario, todavía puedes contar con los dedos los pelos de tu barba, "te vas a sumergir en una Ceuta muy diferente a la actual". Puestos todos sobre aviso -canosos y lampiños-, "cualquier ceutí debería leer Cuando el cielo era azul".