Se llama Vanessa Montfort. Nació en Barcelona un 4 de junio de 1975. Es catalana de origen, pero dice ser producto de "una mezcla de culturas". Su abuela materna "era escocesa"; su abuelo, "norteamericano". Su familia -toda ella- "es de Madrid". La amalgama que da forma a su árbol genealógico es tal que no duda en describirse a sí misma (en tono de broma) como "una mil leches".

Vanessa cuenta a sus espaldas con un buen puñado de nominaciones a premios de diversa índole. Lleva un cuarto de siglo en activo. No solo escribe; también hace películas. Por hacer, hace hasta teatro. Su mayor pasión, no en balde, es crear novelas. La última de ellas se titula La hermandad de las malas hijas. La misma constituye su séptima publicación firmada hasta la fecha. Hoy, 28 de mayo, ha venido a Ceuta -al igual que pretendiera Paco Umbral con Mercedes Milá- para hablar sobre ella.

La obra en cuestión centra el tiro en "la relación que se establece entre los hijos de más de cuarenta años y sus madres", justo en ese momento en el que estas últimas son ya "ancianas" y sus vástagos, "algo maduritos". Cree que -y puede que sea su caso-, llegados a ese punto, uno se hace una pregunta: "¿En qué momento se ha hecho mi madre tan mayor?".

La acción del libro que nos ocupa transcurre en Madrid tras el levantamiento de ese confinamiento que tanto tiempo nos privó de movernos libremente. Allí, en la capital, "unos amigos se reúnen en la plaza de Oriente" luego de que la madre de uno de ellos se meta en "un lío enorme". ¿Cómo de enorme? Tanto como que "ha aparecido un hombre muerto en su casa".

El grupo, cuyos integrantes se conocen "desde la infancia", empieza a espiar a las mujeres hasta que, finalmente, sus miembros "descubren en qué se han convertido ellas". Al igual que sucediera con los adultos de carne y hueso, los protagonistas de la historia "se dan cuenta de que los más mayores de la sociedad son ya sus propios padres en lugar de sus abuelos".

Lo de ambientar la publicación en la "ponspandemia" tiene una explicación: Montfort considera que fue a partir de entonces cuando las personas de mediana edad empezaron a reparar en que la relación que los ata con sus ascendientes es "una relación de adultos", una que "rara vez se puede reconstruir" por la sencilla razón de que "no hay tiempo para ello".

A pesar de lo que muchos pudieran pensar, la musa que guio la pluma de Vanessa no fue su madre. "Me habría desheredado si hubiese hablado así de ella", bromeaba. A lo largo de las casi 500 páginas que dan forma a la obra, la escritora se centra en explicar que "tu relación con tu madre no es la misma que cuando eras un niño": ambos dos -progenitora y descendiente- "se han convertido en otras personas".

La cuestión de fondo es que, tras tomar conciencia de la realidad, "muchos hijos se sienten malos hijos" por circunstancias como "la falta de conciliación" y "el tipo de educación que se nos ha inculcado", una donde prima más "viajar allá donde haya oportunidades" en lugar de permanecer junto a la familia. A los protagonistas de La hermandad de las malas hijas, esto último "se les acaba volviendo en contra".

Montfort dice estar ya enfrascada en la elaboración del que será el octavo libro de su puño y letra. A no ser que le atropelle “un autobús”, la autora lanzará una nueva entrega tan pronto como “el año que viene”. “Lo tengo ya bastante avanzado”, revelaba ante sus hoy oyentes. Lo que también hará mas pronto que tarde es estrenar una película, una “bastante esperada por los lectores”. Esta estará protagonizada por “cinco grandes damas del cine español”. Quiénes, aún no se sabe; habrá que esperar acontecimientos.