Los empleados de Urbaser que prestan servicio en la Planta de Transferencia han acordado este 7 de junio -en connivencia con Comisiones Obreras- un calendario de movilizaciones con huelga incluida para presionar a la Ciudad por la licitación del contrato que dará pie a la negociación del nuevo convenio colectivo.

Según han adelantado desde CCOO, dentro del catálogo de actuaciones programadas, figuran una concentración prevista para el 12 de junio, un parón que dará comienzo el día 17 y finalizará el 18 y una concentración que tendrá lugar el 19 a las puertas de la propia Planta de Transferencia.

Cabe recordar que el contrato suscrito entre la adjudicataria y la Administración local se encuentra en situación de prórroga desde el año 2020. Desde entonces, el Gobierno que preside Juan Vivas se ha negado a sacar a concurso el contrato objeto de polémica, circunstancia que priva a los asalariados de ver mejorada su situación laboral y que, además, impide a los contratados a tiempo parcial incrementar su jornada.

La cosa va más allá: según el relato ofrecido por Comisiones, "la plantilla se ve obligada a prestar sus servicios en condiciones que afectan a su salud". El motivo: "Unas instalaciones y una maquinaria totalmente obsoletas". La lista es extensa: falta de techos, máquinas anticuadas, equipamiento desfasados, vehículos con más de veinte años de antigüedad...

Llegados a este punto, la plana mayor del sindicato que comanda Emilio Postigo espera que el Ejecutivo local se decida de una vez por todas a mover ficha. De no materializarse su pretensiones, CCOO ha amenazado con convocar en el futuro "una huelga indefinida".