Llegó al 'poder' en 2016 con la máxima de las ilusiones. Hoy, 11 de junio de 2024, casi una década después de convertirse en el máximo representante de los facultativos que pasan consulta en suelo caballa, Enrique Roviralta ha visto renovada su condición de presidente del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Ceuta.

Ha pasado mucho tiempo; por el camino, ha habido un poco de todo. Aun con ello, aun siendo casi interminable la ristra de contratiempos y pormenores, la ilusión permanece intacta: Roviralta está hoy tan fuerte como lo estaba el primer día; el médico sigue obstinado en "ordenar y defender el ejercicio de la profesión". En eso y en "ejercer la salvaguarda de los principios y valores de la medicina".

Enrique es de los que piensan que "la dedicación, la vocación y el trato humano han de ser valores fundamentales de todo buen médico". Estos, por mucho que una crezca, "no deben cambiar con el tiempo", pues su puesta en práctica acaba por redundar en beneficio de los pacientes, a los que Roviralta cree necesario dispensar siempre "la mejor asistencia posible".

"Cuando el médico puede curar, cura; cuando no puede hacerlo; alivia; cuando no puede aliviar, consuela y acompaña": esa y no otra debe ser -a juicio del hoy renovado presidente del COMCE- la máxima de quienes integran el gremio de la medicina.

Dentro de escasos meses, el Colegio de Médicos cumplirá 98 años de gloriosa existencia. Según los datos que manejan desde dentro, el ceutí es "el colegio con menor número de colegiados de España". De los 370 registrados como tal, hay en activo 326. A pesar de todo, Roviralta tiene claro que el suyo "no es un colegio pequeño". "Somos grandes porque contamos con unos colegiados grandes en valores como el compromiso con la sociedad", presumía el facultativo bajo la atenta mirada de sus más allegados.

El mandato que este 2024 ha llegado a su fin no ha estado, precisamente, exento de vicisitudes. Sin ir más lejos, "hemos vivido una pandemia que nadie, ni en sus peores pesadillas, podía imaginar". Esta misma, a juicio del renovado presidente del COMCE, "puso en jaque a la sanidad de Ceuta" al tiempo que "demostró la fortaleza y el valor de los profesionales sanitarios".

Ha habido cosas buenas, como la decisión del Gobierno central de otorgar a la Perla el estatus de 'área de difícil cobertura médica', pero también otras tan malas como su no ejecución. Y es que, hasta la fecha, la norma "solo ha quedado plasmada en el papel".

Más mala, si cabe, fue "la huelga sanitaria más larga del país". Pese a haber llegado esta a su fin hace ya unos cuantos meses, Roviralta sostiene que "el conflicto subyace". Lo hace -en su opinión- por la sencilla razón de que "el Ministerio de Sanidad aún no ha cumplido".

Visto el escenario actual, Roviralta defiende que "estamos viviendo tiempos realmente difíciles para Ceuta", una época de "intensa crisis sanitaria". "La Unión Europea ha calificado nuestra sanidad como la peor de España", recordaba el facultativo, que aprovechaba para sacar a colación que los ceutíes son quienes tiene "la menor esperanza de vida de todo el país".

La tesitura es delicada, sí, pero no por ello hay que bajar los brazos. Roviralta se ha comprometido públicamente a seguir "luchando para que quienes viven en Ceuta dejen de ser ciudadanos de tercera". Para ello, el COMCE se ha marcado cuatro objetivos: "captar y fidelizar médicos", seguir dando la batalla a "la lacra de las agresiones", "fomentar la formación como derecho fundamental" y "potenciar la cooperación internacional".