Una chapuza de Fomento acaba con la intervención de la Nacional por una trifulca entre vecinos
farola barrio salud
La farola retirada este lunes dificultaba tender la ropa a esta vecina.

A principios de mayo, el Gobierno de la Ciudad llevó la luz, tras lustros sin ella, al barrio de la Salud. Los operarios instalaron uno de los postes de luz en medio del tendedero de una vecina y le clavaron los cables a su pared sin su autorización. Pidió que se retirara y acabó siendo increpada por sus vecinos y llamando a la Policía Nacional este lunes. El barrio convive peor que antes y sigue a oscuras tras la intervención del departamento de Ramírez


La Consejería de Fomento, Medio Ambiente y Servicios Urbanos que comanda Alejandro Ramírez y su directora general, Aurora Visiedo, ha perpetrado una chapuza digna de Pepe Gotera y Otilio en el Barrio de la Salud. La vecindad de estas casas bajas, que guardan la esencia de una Ceuta que ya no existe, llevaban décadas sin luz en sus callejas por las que transitan hacia sus casas desde el entorno del Polideportivo Guillermo Molina Ríos. Hasta que hace escasas semanas pasaron por allí operarios de una empresa contratada por Fomento para obrar el milagro de la luz. Lo que debería haber sido una buena noticia ha acabado con quejas vía registro oficial de la Ciudad y la intervención de la Policía Nacional para calmar los ánimos del vecindario.

Y es que a una vecina de una de estas callecitas le habían instalado el poste de luz justo en medio de las cuerdas en las que tiende su colada, sin que los operarios le hicieran caso alguno cuando en medio de la instalación les advirtió de la molestia y el perjuicio que le iban a causar.

Y no sólo eso, en un lugar en el que los cables vuelan entre pared y pared sin ningún tipo de orden ni control, en una imagen que dista mucho de una ciudad moderna y recuerda más bien a instalaciones de la posguerra, los operarios no dudaron en clavarle el cable que da suministro energético a la bombilla a la pared de su hogar, obviamente sin su permiso, realizándole ocho agujeros en el muro.

“A quien corresponda: Vivo en el barrio de la salud. Soy una mujer mayor, vulnerable e indefensa.

Recientemente me han instalado una farola adosada a la parte trasera de mi fachada sin mi autorización, a través de la farola se puede acceder a mi terraza con facilidad, la cual pertenece abierta por ventilación. Les insto a retirarla inmediatamente o en caso contrario ejecutaremos las acciones legales necesarias contra aquellas instituciones y personas que hayan autorizado esta instalación por los daños que pueda sufrir tanto mi persona como mi propiedad. Sirva este escrito como requerimiento en firme y será acreditado ante las instituciones judiciales en caso necesario. Quedo a su disposición y a respuesta por escrito”, recoge la solicitud genérica que interpuso por el registro de al Ciudad Autónoma la vecina afectada el pasado 9 de junio, sólo unos días después de intentar que los operarios entendieran sus razones, sin éxito.

La vecina nunca recibió respuesta de Fomento, a pesar de haberlo solicitado así en su escrito. Pero este lunes, 3 de junio, los operarios de la empresa se volvieron a pasar por el lugar para retirar el poste de luz, tal y como había pedido, y también el cableado.

La desinstalación de la farola causó revuelo en la vecindad que no dudó en culpar a la propietaria de esta vivienda, una anciana de 80 años, de que volviera la oscuridad a la calle. Tanto así que la familia tuvo que requerir al 112 para que enviara una dotación policial al lugar. Y lo que apareció fue la Policía Nacional para bajar los ánimos en el barrio, según ha relatado la propia familia.

“Habían comenzado a aporrear las ventanas de la casa y a lanzar todo tipo de insultos”, relata la familia.

Fomento suma una chapuza detrás de otra en esta actuación que ha acabado por necesitar de la intervención de la Policía Nacional por el comportamiento poco comprensivo e incívico de parte de la vecindad. Primero instala una farola en medio del tendedero de una de las viviendas, sin pensar alguna otra solución menos invasiva. Lo que debería haber sido una buena noticia para el barrio acaba por generar una pelea entre vecinos y la intervención de la Nacional, cuando Fomento acude a corregir su primer desaguisado. Pero es que tan sólo acudieron a eso, a quitar la farola que habían puesto, sin ofrecer por el momento una sustitución ni otra solución, volviendo a dejar a oscuras a estas viviendas. Esto es, la calle sigue como estaba, sin luz, pero por el medio han molestado a todo el barrio.

Una chapuza de Fomento acaba con la intervención de la Nacional por una trifulca entre vecinos


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