En nombre de todos los ceutíes, muchas felicidades a nuestra querida comunidad musulmana con motivo de la celebración de la festividad del Sacrificio. Una celebración muy propicia para mirar hacia dentro, para recordar a los que ya no están con nosotros, para apelar a los buenos sentimientos, para recapacitar acerca de cómo podemos ser mejores, para darle importancia a las cosas que de verdad importan: a la familia y a la amistad; al amor que todo lo puede, que todo lo alcanza, para el que no existen metas imposibles; para darle importancia a la nobleza de corazón y a la humildad; para darle importancia a la  generosidad y entrega; generosidad y entrega con todos, con quienes sufren, con los más débiles, con los más vulnerables.

Yo también quiero aprovechar esta ocasión tan importante, señalada como festividad en el calendario laboral de Ceuta, para decir públicamente que me siento orgulloso de servir a Ceuta y a los ceutíes, a todos, recen como recen y se llamen como se llamen.

Que me siento orgulloso de servir a un pueblo que ha hecho del respeto una manera de ser y de vivir, de vivir compartiendo. Orgulloso de servir a un pueblo que lleva en el ADN la resistencia y la capacidad para superar dificultades; en el corazón, la convivencia y en el alma, el amor a España.

Felicidades, salud, paz y bienestar.