S. J.

Lamine Yamal tiene 16 años, 17 en unos días. Futbolista del Barcelona, gran proyección (cuidado con encumbrar tanto a la gente, Messi hubo uno...) Está haciendo una eurocopa brutal y, entre otros, ha superado al chico este..., Pelé, en marcar en una gran competición.

Yo, madridista confeso que no fanático, creo, me alegro enormemente, primero por el propio chaval, luego porque aunque me suele ser indiferente cómo queda España, ayer sí quería que ganase.

Lo primero que me llama la atención, y no deja de sorprenderme mucho más allá de lo normal, es cómo puede un niño de 16 años jugar a ese nivel, enfrentarse a defensas de metro noventa y 80 kilos, sublime, y no sólo hablo ya de lo físico, sino de lo mental.

Yo con 16 años jugaba en juveniles, no es que ni me planteara jugar a ese nivel, no tenía ni la calidad ni la velocidad ni na de na, es que jugar contra juveniles de superior categoría se me hacía un mundo, pasa cuando eres mediocre.

Pero lo mejor de todo este tema, para mí, no es lo futbolístico. Yamal, hijo de marroquí y de ecuatoguineana, es un ejemplo palmario de cómo se pueden tratar a los inmigrantes dependiendo de qué.

Me regocija pensar que ayer el 80% aprox. de votantes de Vox (calculo a ojo que todavía el 20% lo ven como un moro más), gritaban el fabuloso gol del extremo español, vaya chicharro que se marcó el angelito. Ahí no hay prejuicios, estereotipos y demás, no (y sí, ya sé que el muchacho nació en Cataluña, pero hijo de inmigrantes)

Nota mental: dicen los que saben de esto que la población española envejece a tal ritmo que o los inmigrantes suben la natalidad o vamos a tener que  invertir menos en escuelas y más en geriátricos. Dato.

Sin embargo, Yamal Mohamed, que sólo tiene en común con el futbolista el nombre, tiene 15 años. Nació pobre, apenas podía comer tres veces al día y, claro, con semejante panorama y viendo por la tele cómo se vive en Europa, allí que cogió una mochila, un flotador y dos manguitos (no sabe nadar) Y nada, ahí que se lanzó el futuro delincuente a buscar un vida mejor, eso sí, delinquiendo al llegar o, en el mejor de los casos, quitándole el trabajo a un español de pura cepa.

Que ya lo dijo aquel Jesús de Nazaret al que tanto veneran los de la extrema derecha: "No ames al inmigrante como a ti mismo, ámalo solo si viene a dejarse los cuartos en España y dejar dinero".

Yamal, el Mohamed, nació pobre pero también murió pobre, ahogado, una muerte que según los expertos es de las menos sufrientes: rápida, indolora, perfecta. Un número más, sin relevancia, culpa de él, que se quede en su país, dicen los "católicos"...

Mala gente, me parecen mala gente: Meloni, Abascal, Bolsonaro, Orban, Le Pen, Milei, Trump, aparte de psicópatas algunos de ellos, me parecen mala gente. Opinión. Mala gente porque no tienen humanidad, porque no tienen empatía, porque criminalizan, estereotipan sin datos, burdamente. Qué fácil es opinar sobre algo viendo una corrida de toros, puro en mano, o rezando al todopoderoso un domingo en misa.

Y por cierto, y hablando de fútbol, bravo por M,bappe, quizás no haya hecho la mejor de las eurocopas, pero para mí ha hecho algo mucho más importante: mojarse, cosa que deberían hacer más los deportistas con influencia. Si su opinión ha servido para parar a Le Pen, chapeau.

Si yo fuese deportista de alto nivel iba a estar más tiempo sancionado que jugando, porque casa vez que ganase algo me levantaría la camiseta para enseñar la bandera de Palestina, pueblo al que otro asesino, Netanyahu, está masacrado con la connivencia vergonzosa del resto del mundo.

De Putin, otro asesino, y del ataque ruso al hospital de niños en Ucrania ya otro día si eso. Qué hijo de puta.

Son malos, muy malos esos partidos de extrema derecha, malos y peligrosos. Parece que en España, Francia, Alemania, Reino Unido se ha logrado frenarlos. Ojalá cunda más el ejemplo, no me gustan los fanáticos ni los fanatismos, de ningún extremo que puedan tocar poder, entre otras cosas sin importancia porque hablan ee violencia intrafamiliar, porque usarían al ejército para no sé qué..., porque los toros son cultura o porque vivan las mujeres y el vino, y como dijo el otro día Bolsonaro a Milei: el miembro siempre tieso, para arriba. Machotes ellos...