Su oficina no tiene paredes, ni ordenadores, ni hilo musical. Trabajan desde la naturaleza y sus clientes se convierten en un público ávido de conocimientos de diferente procedencia, edad y condición a los que sólo une la capacidad de maravillarse ante lo que van a ver: espacios protegidos naturales, rutas guiadas repletas de historias y leyendas y hasta la posibilidad de disfrutar de un observatorio de aves.
 Manuel Mojarro y Diego Vázquez, ambos de Huelva, con formación en Ingeniería Forestal y en Ciencias Ambientales, son los artífices de Platalea, empresa encargada de guiar a grandes y pequeños por una aventura repleta de diversión.
«La idea de crear un negocio surgió de nuestra pasión por la naturaleza y el patrimonio histórico-cultural y la ilusión por querer que todas las personas pudieran disfrutar de ellos, especialmente los más pequeños de la casa».
Estos sentimientos fueron los cimientos para que Platalea fuera una realidad. «Hoy, con tres años y medio de existencia, podemos decir que estamos consiguiendo nuestro objetivo. A través de proyectos educativos, servicios de guía por los diferentes espacios naturales y los talleres de literatura, reciclaje y medio ambiente estamos consiguiendo que cada vez más personas vean la naturaleza de un modo único y especial y conozcan los tesoros escondidos de nuestra tierra», explica Mojarro.
Con el paso del tiempo, su oferta ha crecido al mismo tiempo que su experiencia les ha permitido adaptar su producto a diferentes formatos. «Hemos lanzado iniciativas para dar a conocer nuestro patrimonio a particulares, como los teatros de la naturaleza, el tren de las estrellas o el planetario digital portátil», indican los socios.
La empresa onubense ha logrado, recientemente, certificar su compromiso con el turismo responsable a través de la Carta Europea de Turismo Sostenible. «Nuestro esfuerzo se ve recompensado cada día con la sonrisa de los participantes en nuestras actividades. Además el premio Bancaja Jóvenes Emprendedores nos ha servido de empujón», concluye Mojarro.