A pesar de haber invertido alrededor de 1,7 millones de euros en la compra e instalación del nuevo equipo de resonancia magnética nuclear de nueva generación para el HUCE, el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) "no dispone de los recursos humanos necesarios" en la ciudad autónoma para poder sostener el diagnóstico médico mediante este medio. Razón por la cual en el presente mes de julio la gerencia ha externalizado dicho servicio, que pasará a depender de la Unión Temporal de Empresas (UTE) entre la melillense Rusadir (a la que pertenece Septem) y Clínica Radiológica Ceuta.

Un contrato de un millón de euros -valorado en 2,4- motivado por la autodeclarada falta de personal del Ingesa, que tras la jubilación de uno de sus especialistas en el mes de febrero y una oposición desierta -a la que solo se presentaron cuatro candidatos- celebrada poco después no ha podido recuperarse.

Reza el informe de insuficiencia de medios firmado por Adoración Navas Castillo, Subdirectora de Gestión y Servicios Generales de Atención Especializada del Ingesa en la ciudad autónoma que "la Gerencia de Atención Sanitaria de Ceuta, NO (en mayúsculas) dispone de los recursos humanos necesarios para poder realizar estas actividades, que son absolutamente necesarios para llevar a cabo la prestación objeto de este contrato".

La UTE ha sido la única que ha presentado su oferta, por lo que al menos durante los próximos dos años -prorrogable a tres- el servicio será externalizado.

Los requisitos: rapidez y personal

Los pliegos del contrato exigían a la adjudicataria, entre otras cuestiones, rapidez. Tras la comunicación de la realización de las pruebas (citación) de no más de tres días hábiles, la empresa deberá realizar las mismas -salvo que se especificase una fecha concreta en la solicitud- en un día para pacientes urgentes, dos para los hospitalizados y cuatro para los que tengan cita preferente en régimen ambulatorio. Las citas normales tardarán quince días hábiles. Los informes e imágenes no más de tres días días al hospital.

Una máquina bien engrasada que contará con un facultativo especialista en radiodiagnóstico con experiencia mínima acreditada de 1500 exploraciones informadas en los tres últimos años y otro en Anestesia y Reanimación para las resonancias con sedación. Además será obligatoria la presencia de un médico en todas las exploraciones radiológicas en las cuales se aplique contraste a los pacientes.

La clínica también deberá tener en plantilla dos técnicos especialistas en radiodiagnóstico con experiencia acreditada de al menos seis meses con acreditación de operadores de instalaciones de rayos X con fines de diagnóstico médico, un graduado en enfermería para suministrar el contraste cuando fuera necesario y supervisar el estado de aquellos pacientes que así lo necesiten y un Auxiliar Administrativo. Una plantilla que al parecer le ha venido grande al Ingesa.