La Hostelería se cansa del “acoso” de Ramírez y Visiedo y prepara movilizaciones y denuncias
montaje ramirez visiedo
Alejandro Ramírez a la izquierda durante una comparecencia reciente y Aurora Visiedo junto a Juan Vivas cuando fue reconocida por la Ciudad./archivo
Fomento lanza una nueva ronda de inspecciones a la hostelería sin motivo ni denuncia aparente detrás y ha cerrado 4 terrazas en el último mes. La normativa que prometió actualizar al sector sigue sin avances desde que en enero abriera un periodo para que cualquiera aportara ideas

Los hosteleros locales han explotado ante lo que parece una nueva campaña de persecución orquestada desde la Consejería de Fomento, Medio Ambiente y Servicios Urbanos y que personalizan en su máximo responsable, el consejero, Alejandro Ramírez, y en su directora general de Fomento y Urbanismo, Aurora Visiedo, y barajan ya la convocatoria de movilizaciones como las que ya llevaron a cabo hace ya algunos años por motivos similares a los de ahora y la apertura de un frente judicial contra la Consejería por lo que consideran un “abuso” de Fomento y su autoridad que está ejerciendo además de forma “injusta” y sin ningún tipo de “equidad”. La palabra que salta de la boca con mayor rapidez es “persecución”. Y en alguna que otra de las últimas inspecciones lanzadas por Fomento usando a la Policía Local se han encontrado con el reconocimiento por parte de los agentes de que ni ellos mismos entienden que les ordene perseguir locales en lugar de reformar la normativa para que en Ceuta los bares, cafeterías, pubs, discotecas, chiringuitos, kioskos y restaurantes puedan funcionar como en cualquier otro lugar del territorio patrio.

Hay muchos detonantes, pero el último pasa porque en el último mes los agentes de la Policía Local habrían clausurado cuatro terrazas por instrucción de Fomento y que, con una promesa de reforma de la ordenanza que parece haberse vuelto a quedar aparcada en algún cajón del área, después de abrir incluso a la participación ciudadana las propuestas el pasado enero, en realidad Fomento ha tomado otra iniciativa bien distinta: declarar zonas de especial protección acústica varias zonas del centro en la que abundan los locales de ocio hosteleros. Entre otras la zona de Constitución, donde recientemente han abierto dos locales nuevos y se han renovado otros dos con importantes inversiones, la plaza por excelencia de la marcha ceutí, la de Ricardo Muñoz y el Teniente Ruiz, en pleno corazón del centro de una ciudad que quiere ser turística, y su otro remedo, la plaza que se forma al final de la calle Delgado Serrano en la intersección con Antioco.

Eso ha supuesto que Fomento aproveche para lanzar a los agentes de la Local a hacer inspecciones que son casi rutinarias y que simplemente buscan pasar revista a los locales de hostelería, aunque en muchos casos no haya infracción alguna ni denuncia.

El sector genera de forma directa más del 10 por ciento de los empleos del tejido productivo de la ciudad descontando a las Administraciones Públicas. Y lleva en realidad años batallando por que desde la Administración Local que tiene que regularlo se den pasos para facilitar que los negocios puedan cumplir la normativa y en especial saber a qué atenerse. Hay casos de empresarios que llevan más de una década con el expediente abierto sin haber conseguido avanzar en su regularización. Pero lejos de asumir alguna responsabilidad por ese dilatado tiempo sin lograr cerrar una licencia a pesar de haber realizado numerosas inversiones a petición de la autoridad, Fomento parece poner la responsabilidad siempre en el hostelero, que empieza a sentir que se le señala como un delincuente y se le trata de modo preventivo.

Así, los chats de los hosteleros llevan en realidad semanas echando humo, con crecientes voces que reclaman dar un paso, movilizarse primero, y después crear una asociación que vaya más allá de la defensa de sus intereses, que sea “mucho más abierta y que tengan cabida todos los ciudadanos” para defenderse a través de ella “de los abusos de Fomento”, dado que en los últimos meses algunas noticias han hecho cundir la opinión que en la Consejería, sus funcionarios y responsables políticos parecen sentirse por encima de la Ley y actúan de forma arbitraria, según recogen en el sentir de sus discusiones algunos hosteleros.

La última prueba estaría en lo sucedido el pasado viernes cuando la Fundación Premio Convivencia completó su programa del Festival 7 Soles 7 Luas con la instalación de una pantalla gigante para seguir el partido de España contra Alemania de la Eurocopa en plena vía pública. Algo que los hosteleros ceutíes -no así los del resto de España- tienen terminantemente prohibido. Lo hizo sin pedir permiso alguno. Preguntado por esta cuestión, el consejero el martes aludió a que la normativa de ruido le permite esa excepción a Cultura. Búsquela usted en el texto legal a ver si la encuentra. Aquí el enlace.

Lo que sí dice el texto es que cualquier evento, de iniciativa pública o privada, debe pedir permiso para estas cosas con un mes de antelación. Este miércoles, el Gobierno de la Ciudad ha anunciado que Cultura instalará una pantalla gigante en el Auditorio de la Marina para seguir la final del próximo domingo de la Eurocopa que jugará España.

La guerra parece declarada y el choque entre un sector vital para que una ciudad turística sea turística de verdad y que genera más de 1 de cada 10 empleos en el tejido productivo privado y la Consejería de Ramírez y Visiedo parece inevitable. En la hostelería sienten que ya nada tienen que perder y que peor no les puede tratar la administración de Vivas.

La Hostelería se cansa del “acoso” de Ramírez y Visiedo y prepara movilizaciones y denuncias


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