Cinco años después de que la maquinaria irrumpiese en Juan XXIII los vecinos del barrio comienzan a ver la luz. El césped artificial del campo de fútbol de la prometida pista polideportiva ha teñido de verde la entrada a la zona residencial y la Ciudad cuenta con que los trabajos no pasen de esta semana semana. 

Mientras tanto la administración ya trabaja para hacer realidad el necesario proyecto de rehabilitación de la barriada, para el que consignó 4,8 millones de euros en enero del año pasado. Tras la realización de las catas, fuentes municipales indican que “el proyecto energético está prácticamente finalizado”. No así el de estructura, “que resulta más complejo en cuanto a su elaboración”.

De momento el barrio ya luce otros colores gracias a la pista polideportiva. Los “problemas de stock” para trasladar los elementos prefabricados que componen la cubierta del equipamiento han sido tan solo uno de los problemas que ha enfrentado la obra, cuyo plazo de ejecución ha sido retrasado en varias ocasiones por el Ejecutivo Local.

La falta de dinero y la necesidad de redacción de un segundo proyecto más ajustado en su montante también colaboraron para que el solar quedase inutilizado desde entonces.

Salvados los escollos, las mismas fuentes confirmaban esta semana que “se están perfilando los últimos detalles”, por lo que “en unos días concluirá la actuación”.

Todo apunta a que los vecinos del barrio tendrán que esperar unas semanas más para disfrutar de este nuevo espacio para el deporte y las actividades sociales, ya que según tienen entendido no podrán inaugurar la pista “hasta mediados de junio”.

“Con lo que hemos esperado eso ya no es nada”, comentan desde la parada de autobús que se ha convertido en el palco VIP de la obra que han visto crecer lentamente. Ha costado que deje de parecer “un agujero”, pero están satisfechos.

Ahora, puntualizan, “habrá que ver cómo se mantiene”.