Y, por fin, llegó el día; por fin llegó ese día que cientos y cientos de ceutíes tenían marcado en rojo hasta en sus calendarios de bolsillo. Ha habido que esperar (y mucho); ha habido que mantener a raya una ilusión que, por momentos, se hacía incontrolable, incontenible. La dilación se ha hecho eterna, pero ya ha llegado a su fin: San Antonio tiene desde hoy mismo nueva casa.

A escasas diez jornadas de esa tradicional romería que reúne cada curso en medio del Monte Hacho a decenas de fieles ansiosos de celebración y desahogo, el segundo patrón de Ceuta -el titular es San Daniel- ha abierto este 3 de junio las puertas de ese Centro Multicultural que tanto tiempo y esfuerzo ha costado adecentar.

El lugar elegido por la Junta de Gobierno de la institución para honrar de manera perpetua a su efigie es aquel que se ubica tras la ermita, ese mismo que, antaño, hacía las veces de centro de acogida de menores no acompañados. A su remodelación, el Gobierno que preside Juan Vivas ha destinado la friolera de 770.610 euros. Se buscaba, con ello, "poner en valor el espacio e integrarlo en el entorno". ¿Si se ha conseguido? A falta de conocer la opinión de un entendido, cualquiera diría que sí (y con creces).

El acto central -la inauguración- ha estado precedido por un breve responso en el que han tomado parte tanto autoridades civiles y militares como seguidores del Santo. El grado de acogida ha sido tal que ha habido, incluso, quien se ha visto obligado a escuchar las palabras del párroco desde el pórtico que da acceso a la capilla.

Finalizada la homilía, llegaba el momento por todos esperado: la visita al museo. Abría camino el vicario de la ciudad, Francisco Jesús Fernández Alcedo, quien ha asumido el gustoso rol de rociar con agua bendita todas y cada una de las estancias principales del complejo. Tras ello, un Padre Nuestro colectivo servía para consumar la inauguración. "Guarda y rodea con el muro de tu protección esta casa que ahora bendecimos para que todos cuantos han de vivir y convivir en ella se mantengan unidos en actitud de servicio a ti", pronunciaba el religioso.

Sobra decir que no hablamos de un lugar cualquiera; hablamos del que ya es el nuevo hogar de Antonio de Padua. En él, convergen decenas de tesoros estrechamente relacionados con la vida y obra del monje franciscano. Su apertura, según Carlos Orozco, "supone un hecho histórico soñado y anhelado". "Hoy, por fin, el sueño se ha hecho realidad", expresaba públicamente el hermano mayor.