Podemos no tira la toalla: la formación morada, que viene de protagonizar en Ceuta una campaña electoral más bien discreta, cree que tiene posibilidades -a pesar de la existencia de Sumar y de otras tantas opciones de izquierdas- de obtener representatividad en el Parlamento Europeo.

Desde el partido que ahora comanda Irene Montero, consideran que, este próximo domingo, "los europeos y los españoles nos jugamos mucho". "Los valores fundacionales se tambalean", advierten Ramón Rodríguez Casaubón y los suyos, que ofrecen al elector de a pie dos escenarios posibles: "Seguir proyectándolos o dotarlos de mayor inestabilidad".

Los sucesores de Pablo Iglesias sostienen que el contexto en el que se van a desarrollar los comicios es el propio de "una Europa en guerra con un mundo en el que, en Palestina, se está cometiendo un atroz genocidio". "Miles de niños y niñas están siendo masacrados", denuncia la formación.

La cuestión palestina no es la única que preocupa a Podemos: montero y compañía defienden que, en la actualidad, "todos somos más pobres", tanto "económicamente" como "de espíritu". Y es que, a juicio de los herederos del 15M, "un escenario de guerra solo favorece a quienes viven de ella y empobrece a quien desea vivir".

Por fortuna, no todo está perdido. La cúpula del partido en suelo caballa tiene claro su marca, lejos de dividir el voto y/o enturbiar el debate, forma "parte de la solución". Habrá que esperar hasta el 9 de junio para ver si la ciudadanía ceutí percibe o no a Podemos como tal.