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La segunda ronda de «munición» monetaria puesta en marcha por la Reserva Federal estadounidense puede hacer saltar por los aires la agenda de la próxima, y decisiva, reunión del G-20 que se celebrará la semana que viene en Seúl. Desde Latinoamérica hasta Asia pasando por Europa, la reacción ha sido unánime contra la nueva inyección de 600.000 millones de dólares en la economía estadounidense. Una jugada que bajará aún más los tipos de interés en EE.UU. y disparará de nuevo la presión de los inversores internacionales sobre otras monedas, avivando aún más la «guerra de las divisas».
Así, aunq...