Cartel del documental
Cartel del documental
Interesante documental en Netflix en 6 episodios sobre la II Guerra mundial. ¿Cuántos libros, cuántas películas, cuántos y cuántos profesores, expertos, etc habrán dado su opinión sobre la segunda guerra mundial?

Es increíble el efecto que produce sobre las personas el hecho de ver algo en vez de que te lo cuenten. Aterrador ver cómo los nazis, con un psicópata al frente, iban exterminando poblaciones enteras sin el más mínimo reparo, todo en aras de una "raza superior". Cuando invadieron Polonia en septiembre del 39 (comienzo de la guerra), no sólo se dedicaban a atacar a un país sin más, es que mataban a la gente en las puertas de sus casas, así, como el come pipas, especialmente a los judíos polacos. Llegaron a quemar atado a la torre de una iglesia a un rabino metiendo fuego a toda la iglesia.

Da pena y pavor pensar que 20.000 niños polacos fueron apartados de sus madres ante el terror de dichas madres que no podían si no llorar; espeluznante. Se ven imágenes de los alemanes llevándose a los niños, mejor si eran rubitos y con ojos azules... para Alemania donde les lavaban el cerebro con la propaganda alemana.

En el frente oriental, cuando empezaron la invasión de Rusia, las cosas al principio les fue bien, pero el invierno ruso es implacable y los suministros no llegaban bien a los soldados. Lógicamente llevaban miles de prisioneros rusos que iban siendo atrapados. Al no llegar los suministros, los alemanes tomaron una decisión: no hay comida para los prisioneros, y así, sin más los llevaban al bosque y de un disparo a quemarropa los mataban, a sangre fría, sin piedad.

Incluso hay alguna anécdota de un soldado alemán que en el bosque le dice al soldado ruso al que iba a matar: "vete, no soy un asesino, soy un ser humano".

Por no hablar de los interminables bombardeos sobre Londres, la ocupación de Francia, Noruega, Países Bajos, Libia, etc.

En aquellos años no había la ONU, no había ni existían los mecanismos que existen hoy día. Las democracias de entonces no tenían ni la fortaleza ni los instrumentos que existen hoy día.

Lo sorprendente, lo asombroso y lo asqueroso de todo esto es que hoy día ocurran cosas execrables, cosas que se podrían evitar pero por las que no se hace nada, por las que pocos países mueven ficha. Da asco pensar cómo funcionan los mecanismos internacionales para asistir impasibles a las muchas barbaries que día a días se cometen; entre ellas, una me produce náuseas por encima de las demás por su crueldad y cinismo: hoy no hay razas superiores, hoy esperan al Mesías; hoy no está Hitler, está Netanyahu.

Hoy, eso sí, al igual que entonces hay masacres y matanzas sin sentido. Qué pena.