La primera Semana Santa post pandemia ha llegado a su fin este Domingo de Resurrección y lo ha hecho, como marca la tradición, con la Estación de Penitencia de la Cofradía del Santísimo Cristo del Triunfo en su Gloriosa Resurrección. Una cita que los amantes caballas de la Semana Santa no se han querido perder y que ha acompañado con un sol radiante y temperaturas plenamente veraniegas.
Poco después de las 12.05 de este mediodía, la Cruz de Guía y los primeros integrantes de esta cofradía pisaban la calle con sus características túnicas blancas. Eran los primeros pasos de un recorrido que ha llevado a la imagen del Resucitado a la Gran Vía, la Carrera Oficial, la plaza de la Constitución, el Paseo del Revellín, el paseo Colón, la calle Jáudenes y la calle O'Donnell hasta su recogida en la Catedral, a las 14.30 de la tarde.
En su recorrido por todas ellas, la imagen del Cristo del Triunfo ha estado acompañada por la Agrupación Musical Jesús Caído y Nuestra Señora de la Amargura de nuestra ciudad.
Esta procesión de Domingo de Resurrección ha supuesto un magnífico punto y final para una Semana Santa que, tal y como reconocía el presidente del Consejo de Hermandades y Cofradías algunos días antes de su inicio, no ha sido nada fácil de organizar debido, fundamentalmente, a que se trata de la primera desde que el coronavirus llegara a nuestras vidas para cambiarlo todo. Una Semana Santa que, pese a los pequeños cambios, ha comenzado a recuperar la normalidad con la mirada puesta en que esta pueda ser total de cara al próximo año.