Nada bien han sentado en el seno del Gobierno las críticas del PSOE respecto al mal estado de las playas de la ciudad. Así lo ha dejado ver este mismo partes el portavoz del Gobierno, responsable, además, del área de Fomento y Medio Ambiente, que lejos de mostrarse de acuerdo con los socialistas les ha acusado de no informarse respecto a la situación de las mismas. 

Así, en primer lugar, Alejandro Ramírez ha recriminado a los socialistas que hace algunas semanas, ya en plena temporada de playas, denunciaran que los dos ascensores de acceso a Chorrillo y Ribera se encontraran estropeados, señalando que aquel mismo día el del Chorrillo funcionaba con normalidad y que por la tarde comenzaba a funcionar el de la Ribera. Aunque Fomento sigue sin aclarar qué pasó y qué pasará con el contrato adjudicado y firmado a finales de 2019 para convertir el ascensor de la Ribera en panorámico y que nunca se llegó a ejecutar.

Igualmente ha lamentado las críticas a la actuación en la playa de San Amaro que, ha insistido en varias ocasiones, se hizo “porque la pidieron los vecinos”. Ante las acusaciones de falta de planificación de la Consejería que dirige respecto a que las playas no estaban en condiciones adecuadas en plena temporada de baño, Ramírez ha asegurado que esta actuación en concreto no formaba parte de las previsiones y que, en cualquier caso, “se hizo temprano para que no afectara a quienes quisieran ir a la playa”.

Y a partir de ahí, Ramírez ha sacado pecho, “yo creo que el área ha mejorado todos los servicios”, ha asegurado, explicando que han contado con mayor dotación, mejor mobiliario y señalización y la adecuación de todos los accesos. En concreto, ha explicado, se han realizado 8 actuaciones, de las que 6 ya están finalizadas. ¿Qué sucede con las otras dos? Pues el consejero de Medio Ambiente señala a la Delegación del Gobierno y más concretamente a Costas, que, ha asegurado, son quienes han alargado los plazos, aludiendo a la tardanza en conceder los permisos. Un lugar común en la defensa de Fomento sobre cualquier actuación que se realiza bajo el control de Costas.

La arena de las playas

No ha sido la única culpa con la que ha cargado a la administración central y es que Alejandro Ramírez ha asegurado que el principal problema de las playas ceutíes es el que tiene que ver con la arena del Chorrillo y la Ribera, motivado, ha asegurado, por la actuación de emergencia de Delegación del Gobierno en 2022 que “destrozó la arena de las playas”. Un problema que los usuarios de las playas arrastran desde hace dos años y respecto al que ahora, dos temporadas de baño después, Ramírez promete que va a actuar encargando un “proyecto integral” a TRAGSATEC.

Precisamente respecto a la arena del Chorrillo, no solo los socialistas están equivocados para el consejero, también los ceutíes que han denunciado en redes sociales la presencia de garrapatas y chinches. El consejero ha asegurado que tras el análisis de los técnicos no se han encontrado estos elementos que “no sobreviven en la arena” y que tampoco consta ningún parte de la Policía Local al respecto. De hecho ha asegurado “la única opción es que justo antes de que llegara la persona afectada hubiese un perro con muchísimas chinches en la playa”.

¿Y las redes antimedusas?

La otra gran cuestión es la que tiene que ver con la instalación de las redes antimedusas que en pleno mes de julio aún no se han terminado de instalar. Para esto también encuentra justificación el consejero de Fomento y Medio Ambiente. Se trata de un servicio que “no existe en el resto del territorio”, ha asegurado, y cuya instalación “no es fácil”.

En este caso, además, Alejandro Ramírez encuentra la justificación en que se trata de “un contrato mayor” que se empezó a licitar con la aprobación del presupuesto, “en enero o febrero” y cuyos plazos “son los que son” porque, además, ha insistido, “siempre tiene recursos presentados que Madrid tiene que resolver”. Unos recursos que finalmente se resolvieron el viernes pasado, comenzando la instalación de las guías este lunes y desde hoy ya la de las redes. Si bien, el anuncio de licitación no se publicó hasta el 27 de marzo (Semana Santa) y las empresas tenían de plazo hasta el 29 de abril (a un día de mayo) para presentar sus ofertas.

Unas excusas que no impiden que los usuarios de las playas ceutíes, que en muchos casos tienen esa como la única opción de ocio en los meses de verano, se hayan encontrado hasta bien entrada la temporada (se iniciaba el pasado 1 de junio) sin algunos de sus servicios básicos.