El consejero de Fomento, Medio Ambiente y Servicios Urbanos de la Ciudad Autónoma de Ceuta, Alejandro Ramírez, ha anunciado este martes a preguntas de la prensa que espera poder llevar la ordenanza que regule la zona de bajas emisiones de la ciudad a Pleno próximamente, “antes de la época de verano”. Si bien el pasado mes de septiembre en el Pleno el mismo Ramírez prometió que cumpliría con la obligación de contar con una zona de bajas emisiones antes de mediados de 2024. A este nuevo retraso se suman los anteriores. Ceuta está a tiempo de cumplir con la obligación legal que nace de la Unión Europea tan sólo por las sucesivas prórrogas que las autoridades han ido concediendo a los ayuntamientos de más de 50.000 personas. El nuevo plazo y parece que definitivo expira a finales de este 2024. De no contar con esa ordenanza que defina un espacio con restricciones al tráfico antes de esa fecha, la Ciudad podría enfrentarse a sanciones e incluso a perder fondos europeos.

Ramírez, además ha explicado que en la Consejería ya se cuenta con “un borrador de ordenanza” e incluso ha detallado como ya explicó en su momento, que la previsión es que las vías que circunvalan el centro de la ciudad, esto es la Marina y la carretera de Recinto, no estén incluidas como tal en esa zona. Si bien sí cabe esperar que se incluyan el paseo de las Palmeras o la calle Cervantes, citadas expresamente por Ramírez este martes.

Para que el borrador se convierta en definitivo y pueda someterse al visto bueno del Pleno faltan aún informes de Tráfico o de urbanismo.

Fue en enero cuando Fomento abrió a su vez el asunto a la participación ciudadana habilitando un canal de comunicación para hacer aportaciones sobre unas directrices de carácter muy genérico.

Ramírez ha venido a decir este martes más o menos que la Ciudad cumplirá con esta obligación porque no le queda más remedio y le ha restado peso a la afectación a la ciudadanía. “Podemos estar más o menos de acuerdo en su implantación, pero es un mandato legal y hay que cumplir”, ha sentenciado Ramírez.

Y eso en una ciudad con cierto nivel de contaminación producido precisamente por las emisiones del denso parque de vehículos. El consejero ha recordado que por mucho que se quiera debatir el asunto, todas las zonas de bajas emisiones presentan excepciones, cierta permisividad que servirá para que circulen por ella vehículos que en realidad no cumplen, como por ejemplo, tal y como ha citado Ramírez, “ir a recoger o dejar los niños a un colegio o tener una cita médica”.